- Poder conectar con el entorno en el que se encuentra la sala independiente y autogestionada y acercarse más a la gente que habita en los barrios que casi coinciden en la calle Costa Rica (El Pilar, Coronación y Zaramaga). Sobre estas dos bases, ¶espazioa sale desde hoy de su interior -donde, por supuesto, la programación expositiva no va a parar- para convertir su fachada en un nuevo punto de referencia para la ciudadanía, un escaparate cuya agenda va a estar estructurada sobre la convocatoria abierta Kristal ¶espazioa, comisariada por Clara Fuster. "La idea es que cada mes podamos ir rotando muestras, aunque estamos en ese momento de ver cómo evoluciona lo que hemos pensado, qué podemos mejorar y qué aportar que hasta ahora no se nos había ocurrido", explica el artista y fundador del proyecto José Cos.

En principio, como describe Fuster y se recoge en las bases de la convocatoria, la intención pasa por llevar a cabo exposiciones de temática social, así como ofrecer un espacio a artistas emergentes. Las muestras serán de fotografía, collage o instalación, estarán visibles, como mínimo, un mes y de ellas se elaborará un catálogo digital disponible gracias al uso de los códigos QR. "Buscamos conectar con el barrio, eso sin duda, pero también esta fórmula es una apuesta por poder hacer exposiciones en tiempos de pandemia", no sea que nuevos rebrotes y segundas oleadas impliquen volver al cierre de la sala. Por lo menos su exterior seguiría abierto.

Por ahora, son siete los artistas que se han seleccionado para ir acudiendo con sus propuestas a lo largo de los próximos meses. Está previsto, de hecho, que la próxima muestra esté protagonizada por Diego Maeso, que en la actualidad reside en Reino Unido. Desde más cerca acude Lara Kaminsky, la encargada de inaugurar esta nueva iniciativa con su proyecto Paisajes inertes.

Será hoy, de manera oficial, cuando se abra la muestra, aunque en realidad sus obras se pueden ver desde ayer. Es lo que tiene estar a pie de calle, no hay calendarios que valgan. Más allá de la anécdota temporal, es la primera vez que la artista vizcaína expone alguno de sus trabajos en la capital alavesa. "Me apetecía probar aquí y cuando supe de la convocatoria no me lo pensé, también porque si las cosas para todos los artistas están mal, para los jóvenes es todavía peor. Así que esto ha sido una suerte".

Al margen del contexto, la creadora presenta en esta ocasión, y al completo, una producción realizada el año pasado que ella misma califica como "mi proyecto más maduro". Estos Paisajes inertes se construyen tomando como punto de partida diferentes miradas a flor de piel a distintos lugares del cuerpo humano, que se presentan aislados del resto del ser del que forman parte. Diseccionar para encontrar y comprender. Ahora, eso sí, es el momento de quien pase por la calle y se pare ante la fachada de ¶espazioa. "Para el montaje he puesto toda mi confianza en la sala porque la pandemia me ha impedido ir y venir".