- Aunque sea sin público, toca volver a dar un concierto después de tanto tiempo de silencio. A lo largo de estos días, Izaki Gardenak ha convertido la sala Jimmy Jazz en su particular local de ensayo para que todo esté preparado de cara a la cita de mañana a partir de las 21.00 horas (las entradas están a la venta por 3,5 euros). Será una actuación especial y única en la que los de Jon Basaguren presentarán además dos nuevas canciones.

Qué extraña tiene ser la sensación de tocar sin público, ¿verdad?

-De hecho, en el grupo lo hemos comentado estos días. Alguna vez hemos grabado algún vídeo en un formato parecido, pero no para ser emitido en directo, claro. Así que sí, la sensación va a ser extraña. Hemos optado por tocar donde suele estar el público en vez de en el escenario y ponernos en círculo para, por lo menos, vernos entre nosotros. Va ser en la posición en la que solemos ensayar, así que por ese lado tendremos la sensación de estar en un ensayo de una sola toma. Eso sí, sabiendo que va a haber gente desde su casa viéndolo a través de una pantalla.

En realidad, salvo ese detalle, la mecánica para la gente va a ser un poco parecida a la de un concierto normal. Quiero decir, que hay que pagar la entrada y esas cosas.

-Nosotros también nos lo hemos tomado así porque además va a ser la única ocasión de ver el concierto, luego no va a estar disponible. Esto va a ser algo único. Hay que entrar a las nueve en arabatu.com para verlo, pagar la entrada... Hemos querido darle un plus a la gente que se anime y vamos a estrenar un par de canciones nuevas. Eso nos ha motivado también a nosotros y creo que al público igual, por lo que nos está llegando.

La gente estará en casa o donde sea viéndolo... pero también tiene que ser extraño para ellos y ellas.

-Supongo que sí. De hecho, yo no me imagino cómo se van a sentir. Pero nos han pasado cosas curiosas. Por ejemplo, la gente del bar Zurrupa nos ha dicho que van a poner el concierto en el local. Está guay que haya cosas así. Algunos amigos también han quedado en una casa para verlo. Con lo que nos está ocurriendo últimamente, estamos viviendo por primera vez situaciones de las que no sabemos muy bien qué esperar. Pero bueno, luego ya nos contarán cómo lo han vivido.

Lo de mañana es el último paso de estos días que han estado de residencia en Jimmy Jazz. ¿Cómo están siendo estas jornadas previas allí?

-Desde marzo no se juntaba la banda y esto está siendo como volver al local de ensayos. Cuando nos llamaron para el concierto, yo les comenté que no sabía cómo íbamos a andar porque hasta hace nada no se podía ni ir a los locales a preparar nada. Pero la propia sala nos ofreció ir a trabajar allí. Eso nos motivó, también por poder hacerlo con los medios técnicos y humanos que tienen en la sala. De ahí la idea también de las dos canciones nuevas. Seguramente, hubieran sido dos temas que hubiéramos trabajado entre nosotros durante esta primavera entre concierto y concierto. Pero por el confinamiento las tenía aquí guardadas sin saber cuándo las podríamos sacar. Pero cuando apareció la oportunidad de ir a Jimmy Jazz, ahí dije: venga, vamos a hacerlas. Creo que a la banda esto le ha servido de motivación extra. Para mañana, las dos canciones van a estar perfectas, como si fuéramos al estudio a grabarlas.

¿Cómo será el concierto?

-Más o menos, será una hora de actuación. En principio, vamos a ofrecer el formato de concierto que veníamos haciendo, acortado un poco. A eso le incluiremos los dos temas nuevos. Es algo, por cierto, que no hemos hecho nunca en Izaki Gardenak, lo de estrenar canciones en directo antes de grabarlas.

La situación parece que va para largo, pero este concierto cierra meses de silencio por el coronavirus.

-Para mí es como llegar a la cima del confinamiento (risas). Queremos hacer este concierto en streaming en Jimmy Jazz y decir: venga, vamos a otra cosa. Quiero empezar a ver rayos de luz que entren por algún lado. De hecho, nos están proponiendo alguna cosa para verano. Será con limitaciones, sí, pero por lo menos será tocar delante de gente. Lo que no hace mucho parecía tan lejano, puede que esté cerca, aunque sea solo dar uno o dos conciertos. Aún así, si te pones a pensar mucho, la situación es bastante difícil. Durante este tiempo he tenido semanas en las que no veía a dónde podían ir la música y otras artes. Además, yo cuando compongo lo hago pensando en llevar esas canciones a una sala. Y parece que es justo lo más difícil de recuperar.