A partir del primer año

Aunque el proyecto creado por Raül Vera e Iñigo Etxeita ya viene trabajando con alumnado muy joven desde su puesta en marcha, “es cierto que nos hemos encontrado con un vacío en cuanto a las metodologías a aplicar para la estimulación musical y de iniciación musical”, un hándicap solventado ahora gracias al acuerdo alcanzado en exclusiva con Musicaeduca, que nació en 2005 como resultado de la necesidad de crear un método “capaz de adaptarse a los nuevos tiempos, a las actuales necesidades educativas y tendencias pedagógicas, y sobre todo con la aspiración de crear recursos y materiales tanto para el profesor como para el alumno donde lo atractivo se sume a lo práctico, y todo ello en conexión con las nuevas tecnologías”. En la actualidad hay 48 escuelas de música y colegios en la península que ya desarrollan esta línea de trabajo.

“Lo que más nos llamó la atención fue el propio programa y cómo está enfocado, de manera muy moderna. Queremos llevar la misma línea que con Rock School pero con los más pequeños. Se trata de aprender y disfrutar” a través de una metodología estructurada, “que tiene continuidad” y basada en el cumplimiento de objetivos adaptados a cada edad. Se empieza con un primer paso de estimulación musical para personas de 12 a 20 meses, acompañados por adultos. Se trabaja el desarrollo auditivo, el sentido del ritmo y la comprensión de la música en general, todo ello acompañado con material multimedia y recursos específicos. Después, entre los 2 y los 4 años, se llevan a cabo tres cursos en los que se sigue ahondando en el descubrimiento de la música a través de cuentos y otros elementos con los que adentrarse en el sonido, el ritmo, el tiempo, la velocidad, el pulso, la escritura musical, la dicción... Además, entre los 5 y 6 años, se empieza a trabajar con percusión, guitarra y piano a través de cuadernos “muy intuitivos y de forma básica pero muy interesante”. Todo ello antes de que con 7 y 8 años ya se puedan iniciar los estudios de Rock School.

“Vamos a ver cuál es la respuesta de la gente, aunque ya estamos recibiendo llamadas”, apuntan Vera y Etxeita de cara a esta novedad y a un próximo curso que, de manera oficial, se iniciará el 10 de septiembre, y que también incluirá dos asignaturas nuevas: Desarrollo de habilidades escénicas, “para estar suelto en el escenario”; e Improvisación y composición, “que será un aprendizaje teórico pero aplicado a la práctica, no es cuestión de estar pegado a la pizarra”.

Además, en Avant Music Center no tienen miedo a que posibles rebrotes impidan recuperar las clases presenciales. “La experiencia de estos meses con el trabajo online ha sido buena. Hemos aprendido mucho y lo hemos normalizado. Hay incluso herramientas que nos están viniendo bien. Todo tiene su parte buena, y hasta ha renovado matrícula gente que no va a estar ni en Vitoria ni en Donostia pero que quieren seguir con el trabajo telemático. Al final te adaptas porque la calidad de lo que haces es la misma”. Eso sí, lo que el centro no ha podido desarrollar son los distintos conciertos que tenía previstos en lugares como The Garage y Orain. “Teníamos bastante programación, es una pena”, aunque en compensación el alumnado está preparando un vídeo especial que se hará público en breve.

“Lo que más nos llamó la atención de Musicaeduca fue el propio programa y cómo está enfocado, de manera muy moderna”

“La experiencia de estos meses con las clases ‘online’ ha sido buena. Hemos aprendido mucho y lo hemos normalizado”