a compañía de Mickey Mouse ha entrado fuerte en el mercado del streaming con la plataforma Disney+ en plena cuarentena global, pero su producto no deja lugar a contenidos más adultos, desplazados e incluso editados bajo la tradición familiar de la mítica factoría. Además de clásicos como El rey león, Aladdin o Frozen, Disney es un imperio del entretenimiento propietario de ficciones más irreverentes y adultas como Padre de familia, Deadpool y la distópica El cuento de la criada, que no han entrado en el catálogo de su flamante servicio.
Y es que a pesar de que los tiempos han cambiado y la factoría ha ido actualizándose poco a poco, su enfoque familiar, que algunos críticos tildan de “inocente” o “puritano”, ha provocado que se queden fuera ciertos contenidos, pero también que haya discusiones entre los equipos encargados de producir nuevas series y películas. Cuando la empresa presentó Disney+ por primera vez, una de las noticias mejor recibidas fue que incluiría la continuación de Lizzie McGuire, una serie que marcó la adolescencia de muchos espectadores y que volvería a ser protagonizada por Hilary Duff para contar la vida adulta de su personaje, ahora con 30 años e instalada en Nueva York. Lo que parecía una idea perfecta con éxito asegurado, pronto se ha convertido en una polémica que ha llevado a la actriz protagonista a pedir públicamente que permitan que el guion de la nueva ficción cuente la vida “real y creíble” de una treintañera.
Al parecer, tras rodar los dos primeros episodios de la continuación de Lizzie McGuire, en Disney no quedaron satisfechos con el resultado y pidieron ciertos cambios que no gustaron a Duff y supusieron el despido del creador del formato original, Terri Minsky, quien iba a trabajar en esta nueva idea. “Sentí una gran responsabilidad para honrar a los seguidores que, como yo, crecieron viéndose reflejados en Lizzie. Haría un mal trabajo si limitara la realidad de una joven de 30 años para que viva según los límites de la clasificación para todos los públicos”, asegura la actriz en un mensaje de su perfil de Instagram. En esa publicación, Duff ha pedido expresamente que el rodaje de la ficción continúe con la condición de que si es demasiado “adulta” para Disney+ pueda incluirse en el catálogo de otra plataforma, Hulu, también de la compañía.
La solución pedida por el equipo de Lizzie McGuire no es nueva. Hulu es una plataforma estadounidense creada por varios estudios y que luego fue adquirida por Disney, que tras el movimiento incluyó allí aquellas producciones que no superaron ese corte “para todos los públicos” que busca Disney+. De hecho, después de la compra de Fox su catálogo se llenó de series de animación para adultos como Padre de familia, Futurama y Bob’s Burgers.
Las tensiones durante el rodaje de la nueva Lizzie McGuire ya se dieron con otros dos formatos: la serie High Fidelity, que acabó en Hulu, y la adaptación de la película Conamor, Simon (2018) al formato televisivo. Esta última serie juvenil que, igual que el filme, narra la vida de un adolescente que explora su sexualidad al mudarse de ciudad, fue ideada en un principio para Disney+ pero finalmente se estrenará en Hulu.
Otra sorpresa es la que señalaron los espectadores: 1,2,3,… Splash (1984), la película en la que Tom Hanks se enamora locamente de una sirena encarnada por Daryl Hannah, se emite en Disney+ pero con la etiqueta de “contenido editado” ya que algunas escenas se han recortado para evitar que aparezcan ciertos desnudos parciales.
Entre películas de Pixar, aventuras de Star Wars y entregas de Marvel, en el catálogo de Disney+ destaca la célebre familia amarilla, que pocos asociarían con la factoría que creó Bambi y Mulan. Pero Los Simpson, a pesar de ser una serie de dibujos animados para adultos y con cierta crítica social, es una de las producciones de Fox que ha logrado colarse en la plataforma para sorpresa de muchos.
Desde que Los Simpson llegó a Disney+ algunos de los seguidores de la mítica serie de dibujos animados se quejaron de que al emitir todas sus temporadas en formato panorámico muchos chistes visuales se perdían, algo que la compañía solucionará próximamente. “Apreciamos la paciencia de los fans mientras trabajamos para hacer que todos los episodios de las primeras 19 temporadas (y parte de la 20) estén disponibles en formato 4:3. Esperamos conseguirlo a finales de mayo”, asegura en su perfil de Twitter. La compañía admitió así una de las peticiones más repetidas desde que lanzó su propia plataforma digital para competir con Netflix y HBO.
Para mejorar la calidad de imagen y adecuarla a los dispositivos actuales, Disney+ incluyó todos los episodios de Los Simpson en formato panorámico de 16:9, aunque las primeras 20 temporadas de la serie se crearon en 4:3, el tradicional pensado para las antiguas televisiones cuadradas. Lograr esa actualización supuso recortar los encuadres de estos primeros episodios, que comenzaron a emitirse en 1989. Como resultado, algunos espectadores compararon las escenas originales con las nuevas y vieron que los recortes impedían apreciar ciertos detalles y chistes visuales, fundamentales para una serie aclamada por su ácida crítica social.
Por ejemplo, en una visita a la fábrica de cerveza Duff, Homer Simpson y el resto de personajes ven emocionados tres recipientes donde supuestamente se almacenan las diferentes versiones de la cerveza, pero en realidad la cámara enfoca a un único grifo del que sale la misma bebida, por lo que solo cambiaría la etiqueta. Ese detalle, publicado en Twitter con más de 100.000 “me gusta”, no se ve en la versión panorámica, por lo que el chiste perdería toda la gracia. Desde que se estandarizó el formato panorámico, alrededor del año 2009, son varios los espectadores que se han quejado de los cortes en películas para adaptar la vieja imagen en cuadrado al nuevo rectángulo, algo que afecta especialmente a la animación. Además, Los Simpson en concreto es una de las series de televisión más populares y apreciadas en el mundo, aún vigentes con más de 30 temporadas ininterrumpidas desde su primera emisión en 1989.
Finalmente, hay otro tema que preocupa a Disney más allá del contenido “adulto” y es el cambio de valores de la sociedad, que ha provocado que algunos de sus clásicos contengan guiños y detalles que bajo la mirada del siglo XXI puedan parecer racistas y desfasados. Películas como Dumbo (1941), Peter Pan (1953) o El libro de la selva (1967) incluyen ciertos estereotipos del pasado sobre raza y género que han llevado a Disney a añadir la siguiente advertencia: “Este programa se presenta como se creó originalmente, puede contener representaciones culturales obsoletas”.
Hulu fue adquirida por Disney, que incluyó allí las producciones que no superaron el corte de “para todos los públicos”
En algunos clásicos Disney avisa que “este programa se presenta como se creó, puede contener representaciones culturales obsoletas”
Una de las noticias mejor acogidas fue que incluiría la continuación de ‘Lizzie McGuire’, protagonizada de nuevo por Hilary Duff