- Aunque se hagan esperar, Los Enemigos están de vuelta una vez más tras superar “una pequeña crisis interna” con un disco “algo punkarra” que, además de apuntalar su continuidad, da esperanzas a los amantes del rock de guitarras, poderoso, pero no desbocado.

“El reto aquí consistía en conseguir un sonido gordo y nítido, porque no es fácil de manejar una fiera y estas canciones lo son”, explica por teléfono a Efe Josele Santiago, compositor, vocalista y su único miembro fundador en activo desde la creación del grupo en 1985. El título, Bestieza, es “una trasposición anárquica” al castellano de una palabra catalana que este artista escucha mucho en su día a día en Barcelona, “bestiesa”, literalmente, “una animalada”. “Remite al contenido del disco, canciones que hemos agarrado de manera muy inmediata y que admitían y pedían por ejemplo burradas de volumen. Al final se ha convertido además en un concepto filosófico que remite al día de la bestia, al mal, que está presente en muchas de las letras”, añade Santiago (Madrid, 1965).

A su lado, para conseguir ponerle las bridas a los diez temas que integran de este decimosexto disco, se encuentra un viejo conocido con el que en los años 90 compartieron muchos kilómetros de furgoneta como responsable de sonido. “Carlos Hernández es un profesional que se mueve con solvencia en cualquier territorio, pero sobre todo en el rock de guitarras”, justifica Santiago ante un álbum con un meritorio ensamblaje rítmico en el que no hay “ni un teclado”, más allá de “un pianito anecdótico al final de todo”.