Vitoria - Tras acoger hoy el estreno de ¡Ave, osos! de la compañía gasteiztarra El Mono Habitado -todavía quedan pases disponibles en taquilla-, el Principal cambiará mañana por completo el paso dentro de la programación invierno-primavera de la Red de Teatros. Será el turno de que la ópera tome el protagonismo de la mano de Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart. En este caso, también quedan entradas a la venta por 35, 25 y 18 euros.

La productora Ópera 2001 es ya una vieja conocida del público gasteiztarra. Por las tablas de la calle San Prudencio han pasado no pocas de sus propuestas, algo que volverá a suceder mañana a partir de las 20.30 horas. En italiano con sobretítulos en castellano, el público podrá sumergirse una vez más en esta historia que demuestra que "lo mejor siempre es estar con la verdad", como explica la soprano Francesca Bruni. Ella va a compartir escenario en la capital alavesa con Luca Dall'Amico, Nicola Ziccardi, Yeonjoo Park, Héloïse Koempgen, Haruo Kawakami, Gianluca Failla y David Cervera en los papeles principales.

"La gente que nunca ha ido a la ópera, viene a ver Don Giovanni y se engancha al instante", apunta Luis Miguel Lainz, responsable de la dirección artística. "Hay muchas personas que dicen que no les gusta la ópera pero que, en realidad, conocen muchas más piezas de distintas óperas de las que se creen. Eso sucede también con ésta".

Además, Lainz pone en valor el hecho de poder ver esta producción en un teatro como el Principal. "No hay tantas oportunidades de que el público y los intérpretes estén tan cerca. Aquí siempre se produce un contacto especial", algo que Bruni también destaca.

Más allá de eso, quienes acudan al centenario escenario vitoriano podrán disfrutar de esta obra estrenada en 1787 con música de Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte, tomando como punto de partida El burlador de Sevilla y convidado de piedra de Tirso de Molina. Definida como comedia dramática, esta ópera es una de las más representadas en todo el mundo, estadística que no para de crecer. "Sabemos que la gente va a disfrutar", apuntan Bruni y Lainz a la hora de presentar un montaje que, más o menos, durará tres horas.