londres - En pocas ocasiones la categoría de mejor dirección en los Óscar reúne a nombres tan conocidos como las de interpretación, pero este año, con apellidos como Scorsese, Tarantino o Mendes, el premio promete caer este domingo en un cineasta mítico... sin mujeres en la competición.
Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Sam Mendes, Todd Philips y Bong Joon-ho son los candidatos a la estatuilla al mejor director; todos ellos cuentan en su currículum con, al menos, una obra icónica para el séptimo arte.
En lo que a este año respecta, la carrera por el Óscar a mejor director la lidera Sam Mendes, con su aclamada 1917, que ha llenado las estanterías de premios en los últimos meses, incluyendo siete Baftas que logró el pasado domingo. No obstante, a Mendes le sigue de cerca el autor del fenómeno global made in Corea del Sur, Bong Joon-ho y su Parásitos, que acaba de arrebatar a Almodóvar el Bafta a mejor película de habla no inglesa y que también se ha hecho con el premio a mejor guion.
sam mendes En los 2000, Mendes hizo historia del cine con su debut, American Beauty, un afilado retrato de la sociedad consumista estadounidense que ganó en las categorías de mejor película y mejor dirección. El cineasta se convirtió así en una de las seis únicas personas ganadoras al Óscar con su primer largometraje. Ninguna ha ganado un segundo premio, aunque la situación probablemente cambie el domingo.
Mendes y 1917 han triunfado en los Globos de Oro, los Bafta, los premios del Sindicato de Productores y también los del gremio de Directores (DGA Awards), que suelen considerarse una guía para los Óscar, ya que en los últimos cinco años el vencedor de los DGA Awards repitió victoria en los premios de la Academia.
Y lo ha hecho con una película sobre la I Guerra Mundial que muchos acusan de falta de originalidad, pero a la que ha dado una brillante vuelta de tuerca con una puesta en escena espectacular y una estructura que simula ser un único y larguísimo plano secuencia que muestra un enorme dominio técnico y cinematográfico.
bong joon-ho Por detrás de Mendes, y cercano, las apuestas sitúan a Bong Joon-ho. ¿Su obra icónica para el cine? Parásitos. Sí, es de este año y aún lucha por ser la mejor película. Pero se trata de una cinta extranjera que ha causado todo un fenómeno global sin estar rodada en inglés ni contar con el respaldo de Hollywood.
Parásitos lo ha ganado todo, desde Cannes hasta los Globos de Oro, y tiene un hueco de honor en las listas de lo mejor del año y de la década. Hasta ha inspirado una serie de televisión de la potente HBO que narrará lo que sucede entre las secuencias del filme original.
No pocos son los que apuntan a que esta mezcla de géneros que transita con elegancia entre la comedia costumbrista, el drama y el thriller podría triunfar además de como mejor película internacional, también en la categoría general, algo histórico que podría tener como efecto secundario el premio a mejor dirección.
martin scorsese Dura casi tres horas y media y ha pasado solo por unas cuantas salas de cine porque Netflix lo ha querido así, pero aún así El irlandés ha concitado la unanimidad de crítica y público que ven en este último trabajo de Scorsese una muestra más de su genialidad.
Clásica en su concepto, es sin embargo un prodigio técnico que ha permitido rejuvenecer las caras de Robert De Niro, Al Pacino o Joe Pesci, un riesgo asumido por el director neoyorquino para poder contar con estos actores para todo el arco de edad en el que se desarrollan sus personajes.
De ellos ha sacado el director unas interpretaciones geniales, tanto que los tres están nominados al Óscar, al igual que lo está Scorsese en su novena candidatura.
Pero pese a su brillante carrera y a la cantidad de títulos míticos que ha dirigido -desde Taxi Driver (1976) a Toro salvaje (1980) o Uno de los nuestros (1990)- este sería su segundo Óscar, ya que solo lo ha ganado por Infiltrados (2006). Y no parece que vaya a ser el caso.
quentin tarantino En el caso de Tarantino, tiene dos Óscar, pero ambos como guionista -por Pulp Fiction (1994) y por Django desencadenado (2012)- y su nominación como director por Érase una vez...en Hollywood es la tercera de su carrera en esta categoría.
Los pronósticos no le son favorables y sería una sorpresa que ganara el premio por dirigir una película excesiva, brillante, divertida y, sobre todo, una carta de amor incondicional al cine a través de unos personajes que rozan la caricatura y que bordan Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.
Con una tensión contenida, Tarantino dosifica con inteligencia una historia llena de referencias, de subhistorias y de personajes secundarios que podrían tener su propia película como protagonistas. Y que cuenta con uno de los mejores finales de la historia del cine.
todd phillips Y el último en discordia es Todd Phillips, un director conocido por películas muy comerciales pero siempre con un punto de interés, como "Resacón en Las Vegas", una comedia disparatada que fue un enorme éxito y que dignificó un género hasta ahora denostado y limitado al círculo de espectadores adolescentes.
Con "Joker" ha construido una película original y polémica por su violencia, con una gran actuación de Joaquin Phoenix, Óscar cantado al mejor actor, lo que promete eclipsar cualquier otro premio para la cinta sobre los orígenes del famoso villano.
Phillips es el director con menos papeletas para llevarse el Óscar y su única opción reside en salir victorioso por la división de apoyos al resto de candidatos, algo que parece impensable. Pero sería un buen final para una película acusada de alentar la violencia por justificar de alguna manera el comportamiento de un protagonista abandonado por la sociedad.