Vitoria - Con Daniel García a la batería, Francisco Loque al contrabajo y Ton Risco al vibráfono, Víctor Correa está afrontando esta semana una serie de conciertos por el norte de la península que mañana a las 19.30 horas trae al trombonista, compositor y profesor hasta el Dazz. Será la primera vez que el músico, que también toca el piano y la tuba, acuda al escenario del Casco Viejo siendo él, además, el líder del proyecto, aunque ya tocó en Vitoria hace unos cuantos años dentro de la Miguel Blanco Big Band.

¿Qué va a poder disfrutar el público que acuda mañana a la actuación en la capital alavesa, teniendo en cuenta que acude con un cuarteto no muy habitual?

-Las cosas que no son habituales son las que molan y mucho, además. Pero si quieres que te diga la verdad, no tengo claro qué va a escuchar la gente porque no sé qué vamos a tocar. Después del concierto podré responder (risas). Bueno, lo que propondremos, en un principio, será un repertorio de música mía y también de creaciones de otra gente que me gusta, que me llama la atención por alguna razón. Pero salvo un par de temas míos que podríamos situar en un periodo concreto de la historia del jazz, es música muy libre la que vamos a hacer. Por eso también el repertorio es bastante abierto y te decía al principio que no sé muy bien qué tocaremos.

Para eso hace falta que los músicos se conozcan bien.

-Sí. Yo a Ton le conocí hace muchos años de batería. Hace muy poquito, nos volvimos a cruzar en la big band de Bob Sands, le vi como solista en el vibráfono y pensé: ¡cómo suena este hombre!. Le llamé para un proyecto de gira a trío que tenía en mente, solo que al final hemos hecho cuarteto. Y Loque y Dani son colegas desde hace muchos años. Si no existiera ese conocimiento entre nosotros, habría que explicar muchas cosas. Pero como nos conocemos y todos nos dedicamos a lo mismo, hay muchas cosas que se intuyen y que no hace falta explicar mucho. Vamos de gira, no vamos a ganar dinero, sino a hacer un poco de música y salir de la rutina.

Grandes festivales, escenarios medianos, clubs pequeños... a lo largo de su trayectoria ha conocido tablas de todo tipo. Esta vez toca adentrarse en uno de esos sitios especiales por muchos motivos, también por la cercanía del público. ¿Cómo se viven esas sesiones a milímetros de la gente?

-Me gusta tocar en todos los lados, pero esos lugares son los sitios donde más siento que la música es de verdad. Tocar acústico es una maravilla. Y hacerlo con la gente muy cerca lo es todavía más. También cuando había humo aunque no fuera bueno para la salud (risas).

También son lugares en los que los músicos se comunican más, aunque sea solo con la mirada.

-Lo que pasa es que yo suelo hacer todos los bolos con los ojos cerrados (risas). Pero es verdad que la energía circula de otra manera, se notan todos los detalles y todo es más inmediato. Me gustan más las apreturas que estar separados.

Pocos trombones líderes hay de manera habitual en la escena.

-Depende de cada persona. Yo tengo una carrera de solista o de líder porque la he querido tener, porque me gusta hacer la música que hago. Y quiero hacer esa música con gente con la que me apetece tocar. No creo que sea muy significativo el instrumento. El trombón, como el resto, es eso, un mero instrumento. La palabra lo dice todo. Sí es verdad que a la hora de venderlo, de dirigirte a un programador o un festival, siempre es todo un poco más difícil porque eres menos conocido. La fama nos precede para lo bueno y para lo malo. Si no la tienes, todo es mucho más complicado. En mi caso, no sé dónde estoy pero es cierto que por ejemplo no me ha costado mucho montar esta gira por Vitoria, Vigo, Santander y Gijón.

¿Cuál debería ser el sello de Víctor Correa como compositor?

-Lo de considerarme compositor se me hace muy grande. Hago y escribo música pero nunca diría que soy compositor. Dicho eso, es imposible no tener un sello personal. No hace falta buscarlo. Para bien o para mal, eres tú el que haces las cosas y nadie puede hacerlas igual aunque quiera y lo intente.

También enseña música. ¿Un consejo para una persona joven que se esté ahora formando?

-Uff... Lo único que le recomendaría, por lo menos en una primera respuesta, es que se conozca bien a sí mismo en lo personal. Y en eso, la música puede ayudar.