Vitoria - El camino musical de la gasteiztarra Sofía Rodríguez en sus distintos proyectos (She’sophi y Pluma53) es de sobra conocido. Tal vez, eso sí, a más de uno le pueda sorprender que también la creadora es titulada en atención socio-sanitaria, una labor que ha desarrollado en diferentes residencias para personas mayores tanto en Álava como en Aragón. Ahora, ha decidido unir esas dos facetas en una misma apuesta, Psikopompo. “Lo que buscamos es mantener vivo el talento y la pasión de las personas mayores tanto en residencias de tercera edad como en domicilio. Parece que cuando entramos en un determinado tramo de la vida, nuestro ímpetu cultural se pierde. Y no es así”, apunta.

“Las personas que realmente siguen siendo independientes y tienen interés cultural ya van a los centros socio-culturales o a Artes y Oficios, por ejemplo. Son espacios donde hay una oferta muy interesante, así que no nos dirigimos a ellos y ellas. Tampoco, porque no tendría sentido, a aquellas personas con un alto grado de dependencia. Pero entre ambas situaciones hay un punto intermedio y es ahí donde ponemos el foco”, describe Rodríguez sobre una apuesta por “mantener vivo el talento y la pasión”.

Su experiencia profesional en diferentes centros para personas de la mal llamada tercera edad “me ayudó a hacer un análisis de lo que es el entretenimiento en los mayores, cuál es la cartera que se les ofrece. Se hacen, sobre todo, entrenamientos cognitivos y se cuenta con psicólogos, fisioterapeutas? A ese buen trabajo, yo quiero sumar experiencias y oportunidades culturales que ellos y ellas puedan hacer”.

Aunque a cada persona se le crea una oferta a la carta, una propuesta personalizada y adaptada a sus intereses y circunstancias, Psikopompo trabaja en dos áreas fundamentales. Por un lado, se proponen lo que se denominad experiencias musicales, artísticas y escénicas. Y esto incluye un amplio abanico de opciones, desde realizar sesiones cinematográficas o compartir conciertos in situ -algo que Rodríguez ya realiza desde hace años- hasta, y aquí es donde la firma hace más hincapié, facilitar materiales e instrumentos para llevar a cabo un ensayo musical, para pintar, para... “Todo lo que pida el usuario, se lleva. Es que, no nos damos cuenta, pero hay muchos sitios en los que se trabajan las artes plásticas coloreando fotocopias de dibujos hechos por niños, y hay mucha gente capacitada para hacer mucho más que eso”.

Eso sí, Psikopompo también propone a la persona que así lo solicite hacer la canción de su vida. A través de seis sesiones, mano a mano, se hace un repaso de vida, se compone la letra, se crea la melodía, se graba y mezcla, y, si es el caso, se presenta a familiares y amigos. “Ya he hecho pruebas y es algo muy divertido. Remueves muchas cosas por dentro”, dice. “Cualquier experiencia que te haga moverte un poco es positiva. Es sumar. Y es lo que se propone” en un proyecto que se ha ido madurando durante bastante tiempo. “En los primeros contactos con residencias, la recepción está siendo muy buena. Es que no hay esta oferta en ningún sitio, es algo pionero y compatible con lo que ya hacen las residencias”.