Vitoria - Tras su reciente estreno en el Arriaga bilbaíno, hoy y mañana llega al Principal la última producción de la veterana compañía guipuzcoana Tanttaka. Esta tarde será en euskera (Utzi zure mezua seinalearen ondoren) y justo 24 horas después en castellano (Deje su mensaje después de la señal), quedando entradas disponibles en taquilla para ambos casos. Serán dos oportunidades, dentro de la cuadragésimo cuarta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz, de adentrarse en las particulares historias de cuatro mujeres nacidas de la imaginación de la escritora Arantza Portabales.

“No es una función banal, es una obra en la que, al final, al espectador le queda la sensación de que hay que mirar a la vida con esperanza”, describe Fernando Bernués, quien, tras su visita al mundo del cine con la película Soinujolearen semea, regresa al teatro. “La sala de ensayo es un sitio feliz y rico; no me importaría para nada hacer otra película, pero estoy encantado de regresar al teatro”, apunta el director de una obra que protagonizan Mireia Gabilondo, Leire Ruiz, Oihana Maritorena y Miren Arrieta.

Las cuatro dan vida a otras tantas mujeres de diferente perfil, cuyos caminos no se llegan a conectar, en cierto modo, hasta el final: Marina es abogada especializada en divorcios y acaba de ser abandonada por su marido; Carmela está enferma de cáncer y necesita despedirse de su hijo; Sara es una joven de buena familia a la que la presión de su boda inminente ha llevado al borde del suicidio y a una dudosa terapia psicológica; y Viviana es prostituta en Madrid, aunque su familia cree que trabaja en Ikea. Las cuatro utilizan el contestador automático de los otros para comunicarse, algo que, a juicio de Bernués, no deja de tener su ironía en los tiempos actuales de tanta teórica conexión.

“De lo que hablan estas cuatro historias es del miedo que tenemos a quedarnos solos y de la necesidad de exteriorizar lo que nos pasa”, añade Arrieta, que con este montaje se estrena de manera profesional sobre las tablas, un paso dentro de su trayectoria que tiene en Bernués al culpable principal.

Tanto ella como sus tres compañeras de reparto actuarán hoy en euskera y mañana en castellano, un cambio que no es tan simple como algunos pudieran pensar, que requiere en 24 horas “una máxima concentración” porque “necesitas estar con la cabeza muy despejada” para atender a las peculiaridades de cada versión.