Vitoria - Siempre se puede llegar más alto si se le echa un poco de imaginación. Álex Efa y Ángel María Remírez de Gauna han vuelto a fusionar su creatividad con la obra 666 que se podrá ver desde hoy y hasta el próximo 16 de noviembre en la librería Zuloa Irudia (Correría, 21).
“666 refleja el actual estado de un proyecto de largo recorrido” en el cuál Álex y Ángel se han repartido los colores del tradicional parchís y los hacen evolucionar “según lo que nos pide en ese momento el color”, explica Remírez de Gauna. “Son especies que evolucionan, crecen, se desarrollan, sufren y gozan en cosmos cuadrados que caben en cualquier mesa”, detalla Efa. De hecho, explican el nombre de la exposición que también está muy ligado a esta partida de juego. “Un cinco te da la vida pero el seis es el máximo que puedes obtener. El seis es tan bueno que, además, te permite volver a tirar el dado. Sacar otro seis es una jugada maestra... Pero cuidado, otro más te mata y te devuelve a casa”. En definitiva, “en un 666 hay un ciclo completo de euforia, persecución, huida y muerte”, detallan.
Duro trabajo No es la primera vez que estos artistas trabajan juntos. “Álex y yo somos dibujantes profesionales y, quitando lo que hacemos cada uno por separado, nos gusta hacer juntos mucha actividad en cosas cotidianas”, explica Remírez de Gauna tras la presentación de la exposición. “Ya habíamos hecho algo parecido con el ajedrez hace dos años; conseguimos sacar el arte del ajedrez mediante nuestra pintura y nos apetecía hacer algo similar con los colores”. En esta nueva exposición se podrán ver cerca de cuarenta cuadros que ya están expuestos, en tamaño A4, aunque se prevé que en las próximas horas los artistas pongan alguno más.
“Hemos hecho más de ochenta, imagínate... No podemos exponer todos así que de momento hemos puesto 36, aunque seguro que en estos días se podrán ver más”, detalla. Y añade: “Hay mucho trabajo detrás, llevamos algo más de dos meses trabajando en este proyecto y aún no lo hemos terminado ya que todavía se nos ocurren más cosas para dibujar”, explica. Efa trabaja los colores verde y amarillo y su compañero de propuesta los otros dos que quedan: el rojo y azul. “Nos los hemos repartido y cada uno de ellos nos ha hecho evolucionar tratando de imaginar si fuera una civilización qué aspecto podría tener, o qué relaciones podría tener... Es como dibujar una partida”, detalla.
“Los azules del norte, siempre junto al mar y todo lo frío. Los amarillos del sur son gente de arena y trigo. Al este los rojos en sus forjas de hierro y abruptos cañones. Y al oeste los verdes de los océanos de hierba y bosques”, explican ambos. Pero el azar también es caprichoso. “En cada estación los primeros en alcanzar la cumbre de la montaña pueden ser distintos a los de la estación anterior”.