VENECIA. "En el momento en que empecé a hacer cine en el 79, lo que más me fascinaba era el cambio que se operaba en España y no hay tanto cine español que hable de ese cambio. Mi gran nutriente era la calle, me formé ahí y soy el resultado de ese momento, la democracia española. Mis películas demuestran que la democracia española era una democracia real y yo era una muestra de ello", ha señalado durante la rueda de prensa previa al galardón.
En esos años 80, "no se hablaba de diversidad", si bien el realizador de 'Entre tinieblas' recuerda "una vida muy diversa y un país que estaba saliendo de la dictadura". "Lo más importante que ocurrió en La Movida y en el pueblo español fue el haber perdido el miedo y la libertad tan extraordinaria que gozaba cada uno de los ciudadanos", ha defendido.
Almodóvar "impuso" en sus películas "toda esa variedad" de personajes "extraños, extravagantes y extraordinarios", algo que él entiende como "la vida misma". "Todas las orientaciones sexuales eran bienvenidas porque, como autor, lo único que quería era dotar a mis personajes de una absoluta autonomía moral, fueran transexuales, bisexuales, amas de cosa o monjas", ha indicado.
El director manchego ha sido preguntado por las diferencias entre esa España "moderna" de finales de los 70 y la España actual, donde "también existe" ese concepto de modernidad. "Hay una España contemporánea que, como en casi todos los países, tiene de todo, incluso algo a lo que se había resistido hasta ahora: un partido de ultraderecha, del que tampoco tenemos que exagerar su representación", ha indicado.
Para Almodóvar, la llegada de la "ultraderecha" a España pone al país "con la misma variedad" política que el resto de países del entorno, como Francia o Italia. "No sé si el calificativo moderno es la palabra justa para calificar esta situación", ha indicado.
JUSTICIA POETICA
El cineasta ha recordado su paso por el festival de Venecia --en dos ocasiones-- en el que no obtuvo el premio a mejor película y, por lo tanto, considera ahora con humor que este León de Oro de Honor hace "justicia poética". "Siento un poco que 31 años después me dan el León por una película que traje en el 88 --'Mujeres al borde de un ataque de nervios'--, con la que Sergio Leone, presidente entonces del jurado, me dijo y me insistió en lo mucho que le había gustado", ha señalado.
"Mi paso en el 88 lo recuerdo como una gran fiesta todo el tiempo, desde que pusimos el pie en el festival era como si estuviéramos en teatro haciendo una comedia. La risa es lo que predominaba, ganamos el premio a mejor guion y era una imagen de España ultramoderna de la que me sentía orgullosísimo", ha afirmado.
Su paso previo por el certamen veneciano, sin embargo, en el año 1983 con 'Entre tinieblas', fue algo diferente. "Me pareció milagroso que la película fuera seleccionada, al presidente del jurado no le hacía mucha gracia la película y le parecía muy obscena, pero los problemas trascendieron a la prensa y ya fue imposible sacarla de la selección. Un muy buen recuerdo", ha reiterado.
EL COLOR Y EL MERCADO
Almodóvar ha echado la vista atrás a sus inicios en el largometraje, cuando "no tenía ni idea del lenguaje cinematográfico". "No pensaba nunca en el estilo, mi única preocupación era que la historia se entendiera. Realmente nunca he estado preocupado por tener estilo propio: las historias nacen del modo más personal y las realizo de modo independiente, nunca pienso en el mercado ni en el público", ha aseverado.
Además de defender a la comedia --"un género tan valioso y difícil"--, el director ha justificado el uso del color en sus películas por la "nostalgia de las películas en technicolor". "Eran colores muy vibrantes, chillones y vivos y durante toda mi vida los he buscado", ha admitido.
"También hay una reacción en contra del lugar en el que nací, La Mancha, que daba una imagen de un país extremadamente conservador y calvinista. Se veía muy poco color en la ropa de la gente y la propia región era muy árida: mi cine era una reacción a lo que viví en esa infancia", ha añadido.