Mérida - De la mano de Esquilo y con el siempre buen hacer de Luis García Montero, Prometeo, el titán protector de la civilización que desafió a Zeus, llega al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida para reivindicar al ser humano por muchas debilidades y miserias que éste presente.
¿Valió la pena hacer oídos sordos al todopoderoso Zeus para situar al ser humano en el centro de la existencia? Es la reflexión que plantea Montero a través de la figura de Prometeo y bajo la dirección de José Carlos Plaza. La obra, la sexta de la presente edición del festival emeritense, fue presentada ayer en rueda de prensa por su director, Jesús Cimarro; el propio Plaza y las actrices y actores de este montaje, como Lluis Homar, Amaia Salamanca, Fran Perea, Israel Frías, Fernando Sansegundo y Alberto Iglesias.
Homar (Barcelona, 1957) es Prometeo y Prometeo es Homar, pues ambos creen y confían, uno en la vida diaria y otro en las páginas de la mitología, que el ser humano respira eso, “humanidad”, y que, si bien es capaz de ser protagonista de las mayores miserias, también lo es de las más bellas historias de generosidad, retos y sentimientos.
Pero Fran Perea también es Prometeo. Ambos actores dan vida a este titán, uno desde la juventud, desde el momento en el que reta a los dioses, en el concepto más cainista, y otro desde la vejez sabia, esa que permite ver cualquier cosa o hecho desde la experiencia.
En el marco de esta apuesta escénica, que Montero ha pincelado con toques poéticos, surge la idea, la palabra y hasta la necesidad de lo último que se pierde: la esperanza en el ser humano.
A partir del mito de Prometeo, condenado por Zeus a ser atado a una piedra para que los buitres devoraran su hígado por haber dado el fuego de los dioses a los hombres, “García Montero introduce la poesía, la lírica y el misterio”, explicó Plaza, que traslada a la actualidad la duda de si valió la pena revelarse a los dioses para beneficiar al ser humano.
En su pena, en su condena, Homar (el anciano Prometeo) le pide a Perea (el joven titán) que le enseñe a ser joven, y este último le pide que “le enseñe a ser viejo”.
A ellos se suman las figuras de Io, “la mujer más deseada pero también la más odiada por los dioses”, en palabra de Amaia Salamanca, quien interpreta a este personaje; Océano (Fernando San Segundo), que desprecia la generosidad de Prometeo por los hombres; Hermes (Israel Frías), capaz de “hacer cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder”, y Hefesto (Alberto Iglesias), que camina entre el amor a su hermano Prometeo y la obediencia a los dioses. Además, la obra concede un papel importante al coro, en el que están la fuerza, la crueldad y la violencia, interpretados por actores, y la compasión y la libertad, con papeles femeninos.
Este Prometeo llega al festival emeritense como estreno absoluto en una producción del propio festival y de Pentación Espectáculos.
Esta apuesta por la reflexión, con una clara contraposición entre el ser humano y las divinidades, obliga al espectador, en palabras de Homar, a salir del teatro romano pensando y analizando de si hay esperanza en la humanidad cuando ha sido ésta la que ha creado a los dioses para reducir sus propias capacidades. Para Homar, sí. La obra se presentará desde este miércoles 24 de julio hasta el domingo, a las 22.45 horas. - Efe
Sinopsis. La obra es un viaje hacia un recuerdo. El de un hombre atormentado por lo que hizo sacrificando su vida al entregar el fuego a los hombres y que durante siglos se pregunta: ¿valió la pena?
El Anciano parte de un hoy, desde el momento donde todo ya ha pasado: guerras, esclavitudes, etc.
Elenco. Lluis Homar (Prometeo anciano), Fran Perea (Prometeo joven), Amaia Salamanca (Io), Fernando San Segundo (Océano), Israel Frías (Hermes) y Alberto Iglesias (Hefesto).