Recuerda con una gran sonrisa que cuando era pequeña y se despertaba, sabía que era fin de semana porque “ahí estaba mi padre, afinando su guitarra”. Hoy la música marca el presente de la vida de la cantante Sònia Vera (Twin Room y DND Swing Band), a quien, ahora que llega otra edición del Festival de Jazz de Vitoria, este periódico le ha pedido que acepte el reto de elegir sus diez discos imprescindibles del género. “He estado dando vueltas a la elección hasta el último momento”, apunta, sabiendo que se han quedado muchas cosas fuera pero que esta decena de títulos tenían que estar sí o sí. “La selección la he hecho dejándome llevar por el cariño que les tengo a estos álbumes”.
Como, por otro lado, resulta lógico es la voz el instrumento que es protagonista en casi todos los trabajos, aunque hay otro factor común en varios de ellos: están grabados en directo. Sucede así con el primero que señala la intérprete barcelonesa, que lleva en Vitoria de manera estable desde principios de este siglo. Se trata de Ella in Rome: The Birthday Concert, un disco que, como bien indica su título, fue registrado en la capital italiana un 25 de abril, el día de cumpleaños de Ella Fitzgerald, de 1958. “Es mi favorita. Es todo. Inigualable. Una diosa” y aunque se podría haber decantado por cualquier otra referencia, “aquí está en un momento culminante, en el que se unen madurez y juventud. Se le nota eufórica, transmitiendo un optimismo increíble ante un público que también lo da todo. Y despliega todo su arsenal de recursos”, describe Vera.
Otro directo sale a su paso, el Live in Munich que en 1992 firmó Chick Corea. “Es un disco que siempre he llevado en el coche. De hecho, hubo una época en la que después de cantar en un concierto, siempre me lo ponía de vuelta y me dejaba llevar”, describe al tiempo que menciona temas indispensables para ella como Quartet 1 y el Straight No Chaser de Thelonius Monk, que cierra el trabajo. “Me encanta cómo entiende Corea la música”.
Claro que si “estoy enamorada de Fitzgerald”, qué decir de Nat King Cole. “Sobre todo me gusta la manera que tiene de acariciarte el alma. Tiene una dulzura y un gusto cantando que me enamora”, dice al tiempo que confiesa que con el cantante de Alabama “he hecho un poco de trampa” ya que se ha decidido por un recopilatorio, The extraordinary. “Es uno de los discos que uso antes de un concierto. Me gusta que la gente vaya ambientándose”. Por cierto, que aunque no ha incluido ninguna referencia de Gregory Porter (que el jueves actúa en Mendizorroza), menciona el recuerdo que le dejó el concierto que el año pasado le vio en el Baluarte pamplonés homenajeando a Cole.
Siguiendo con las voces aparece otra mujer que ha pisado el polideportivo vitoriano, Norah Jones. “Igual Come Away with Me no es su mejor disco pero fue el que la lanzó a la fama y a mí me pilló en una edad en la que me rompió los esquemas. Hoy me sigue gustando y le encuentro una lectura muy dulce y bonita a este álbum”.
Un nuevo directo y otro referente para cualquier cantante. Aparece en la selección, cómo no, Stevie Wonder, “el artista vivo más emblemático de la cultura musical”. De él se queda con un trabajo grabado en Osaka (Japón) en 1995, Natural Wonder. “Suena espectacular junto a la Orquesta Filarmónica de Tokio. La instrumentalización es increíble” más allá de que “Stevie siempre me da subidón”.
En dos noches consecutivas en Nueva York y con la participación de diferentes músicos se registró en diciembre de 2012 Live in NYC de Gretchen Parlato, una cantante a la que Vera, que se reconoce gran consumidora de Spotify, YouTube y otros canales actuales para encontrarse con la música, descubrió “en un tutorial de técnica vocal en Internet”. La intérprete norteamericana es “una cantante muy diferente que tiene una técnica increíble. Es una mujer a escuchar, que te va llenando poco a poco”.
Eso sí, no sólo las cuerdas vocales tienen presencia en el listado. Las de la guitarra aparecen con Pat Metheny y Still Life (Talking). “Me encanta escuchar este álbum cuando voy viajando en el coche y puedo ir viendo el paisaje. Disfruto mucho porque parece que se integran las dos cosas que más me gustan en la vida: la música y la naturaleza”.
Para sus tres elecciones finales se fija en tres mujeres que nacieron casi al mismo tiempo (entre 1983 y 1984) de las que señala tres discos que se publicaron de manera paralela, entre 2011 y 2012. Es el caso de Laio, de Verónica Ferreiro, “una de las voces imprescindibles del panorama español. Es delicada, elegante y tiene una gama de recursos increíble. Éste es un disco un poco triste, pero es tan, tan bonito... al fin y al cabo, la tristeza también es una emoción tan bella como cualquier otra”.
También pone su mirada en Radio Music Society de Esperanza Spalding, “que es una crack. Es increíble lo que hace esta mujer. Toca de manera impresionante pero es que además canta con una precisión y una sutileza que me parecen maravillosas. Tiene un estilo muy ecléctico, sensual y me gusta ese rollo. Este disco pretende ser popular, muy audible. Y lo consigue. Además colabora Lalah Hathaway, que es otra que me encanta”.
Y cierra el camino Silvia Pérez Cruz. “Aquí no puedo ser objetiva. Es de mi tierra. Me tira. De lo mejor que hay a nivel nacional e internacional. Es espectacular”. De ella se queda con 11 de novembre, un álbum en el que “Silvia está llorando pero también superando el duelo por la muerte de su padre. Descarga todas sus emociones. Tiene una dulzura y una técnica vocal que es una pasada. Se desnuda. Igual no es el disco más bonito que tiene pero es el inicio de todo”.
Música sin descanso Tal vez haya algún guiño a alguno de estos trabajos en los conciertos que Vera ofrecerá en el programa paralelo del Festival de Jazz que hoy arranca. Actuaciones que se producirán el viernes y el domingo a las 13.00 horas en La Unión. Dos nuevas oportunidades de encontrarse con una voz que no para. “Trabajamos mucho, cada vez más” tanto dentro como fuera de Vitoria, una ciudad “con una gran afición por la música, ya sea rock, jazz, blues... que además tiene eventos importantes como el festival o el Azkena. Igual sí que me gustaría ver jazz todo el año, pero también tenemos oasis como el Dazz, que es una maravilla”.
Cuando se baja de las tablas y se coloca el traje de espectadora, ella es de las que prefiere olvidarse de todo y disfrutar. “Si eres cocinero, vas a un restaurante y sólo ves los defectos en vez de valorar lo bueno de compartir una comida, malo. Me gusta ver el vaso medio lleno, conocer a las personas y fijarme en sus virtudes. Te hace daño estar todo el rato criticando. Así que hablo maravillas de las personas que admiro. Si vas a ver un concierto tienes que estar abierto a disfrutar y a ver qué te cuenta, aún sabiendo que habrá fallos y cosas que no te gusten”, relata quien, ante todo y más allá de las etiquetas y de los géneros, se queda con la música en general. “Tampoco me trago cualquier cosa, pero soy una persona de sentimientos y si algo me transmite, genial. Me pasa igual cuando canto. Me gusta contar las canciones, que la voz denote un sentimiento concreto. Pero llamalé bossa, samba, folk, country, jazz, swing... Cuando subes a un escenario, lo que quieres es dialogar con el público, no el monólogo”.
Así lo practica quien empezó muy pronto a relacionarse con la música, mientras en su casa del barrio de Gràcia sonaban David Bowie, Eagles, Bee Gees, Simon & Garfunkel... “Recuerdo un disco que se ponía mucho de The Carpenters. Y ahora entiendo la razón por la que soy tan sensible”, ríe. “Así como mi padre me ha dado la musicalidad, mi madre me ha dado todo el rollo de la escena. Me acuerdo que en vacaciones íbamos a Malgrat de Mar. Había muchísimos grupos por todos los lados. Y yo, en vez de estar jugando por ahí, me quedaba embobada viéndolos, pensando: esto es lo mío”.
Ella Fitzgerald Ella in Rome
Chick Corea Live in Munich
Nat King Cole The Extraordinary
Norah Jones Come Away with Me
Stevie Wonder Natural Wonder
Gretchen Parlato Live in NYC
Pat Metheny Still Life (Talking)
Verónica Ferreiro Laio
Esperanza Spalding Radio Music S.
Sílvia Pérez Cruz 11 De Novembre