Vitoria - Montehermoso asiste hoy a una doble inauguración expositiva. En su primer piso, Parasite Kolektiboa presenta, como ya contó ayer este periódico, Ibili Ganbaran. En el antiguo Depósito de Aguas hace lo propio el artista donostiarra Iñaki Gracenea, que llena el espacio con Modelo eta Praktika (disciplinar), producción que cierra el ciclo de muestras correspondiente a la convocatoria de ayudas Proyectos Artísticos 2018.

La propuesta, que se va a poder conocer hasta el próximo 22 de septiembre, se centra en el cuestionamiento de las imágenes que producen las estructuras de control, y en concreto la arquitectura y la historia de la arquitectura penitenciaria. La violencia simbólica ha sido el eje de los últimos proyectos del autor. Una forma de violencia no ejercida de manera directa mediante la fuerza física, sino a través de la imposición por parte de los sujetos dominantes a los sujetos dominados, una dominación ejercida por medio de la arquitectura, de las reglas, de una rutina impuesta, de una visión del mundo, de los roles sociales, de las categorías cognitivas y de las estructuras mentales.

La muestra está compuesta por un compendio de obras que se fundamentan en la idea de la clasificación. El recorrido parte de la antigua cárcel de Vitoria, la primera cárcel celular construida en el Estado, y se expande por el Depósito de Aguas posibilitando diferentes relaciones entre las obras desde la idea de la colección. No en vano, como señalan desde Montehermoso, la organización del espacio es uno de los factores más influyentes tanto en el control de los individuos como en la configuración de sus actitudes.

En septiembre se presentará en la planta primera del centro cultural, Desmesura de Salim Malla Gutiérrez, el primero de los cuatro proyectos seleccionados en la convocatoria de 2019. - DNA