alberto Chicote comenzó su inmersión en el mundo de la televisión de la mano de un formato estadounidense que utilizada la figura de un cocinero para descubrir los entresijos de diferentes negocios de restauración, la mayoría de ellos camino del fracaso o cierre de negocio. Pasar de contar las historias y desventuras de cocinas en crisis, esperando la llegada salvadora del tal Chicote, es planteamiento más cercano al humor que a la denuncia, nueva faceta de la personalidad de este bicho televisivo que acapara audiencia y atención mediática.
Alberto ha dado una vuelta de tuerca a su buen quehacer televisivo y denuncia a troche y moche prácticas y abusos en la compra venta de productos alimentarios. Instituciones, como el ejército o la enseñanza, reciben la visita de este inspector investido de una mezcla de estilo entre Colombo y el inspector Clouseau.
Alberto Chicote es un meticón de cocinas y almacenes, que fiscaliza con ojo de halcón audiovisual, denunciando variado personal que usa y abusa de la confianza de los consumidores, en un mundo de pillos y rinconetes a los que no importa jugar con la salud e incluso, la vida de los consumidores. Se ha producido una auténtica metamorfosis en el estilo, papel y juego del nuevo Chicote, que con andar patoso pero firme, se mete en las instalaciones donde sospecha se desprecia el código ético del buen comercio, del comer sano y dietético.
Alberto Chicote ha cambiado su piel televisiva y se ha hecho grande con el programa de reportajes ¿Y te lo vas a comer?, en un ejercicio de entretenimiento y denuncia bien cocinado por la productora del espacio que ha descubierto un modo informativo, necesario en esta sociedad de pillos y otras especies depredadoras del ser humano.