BILBAO. Entre las varias decenas de obras que se han restaurado, la mayoría religiosas, destaca el "Retablo de los siete gozos de la Virgen María", un trabajo incompleto del pintor Pere Nicolau documentado en Valencia entre 1390 y 1408.
La obra de Nicolau se ha restaurado mediante el uso de técnicas como la "consolidación puntual de la materia pictórica", la limpieza del estrato superficial, el estucado o la "reintegración cromática de lagunas" y, como medida de prevención, se ha instalado sobre una estructura de aluminio que simplifica el montaje de la pieza.
"La Virgen y San Juan al pie de la cruz", una escultura anónima española del siglo XV, comenzó su restauración mediante un estudio radiográfico de las tallas que ha permitido conocer la composición del sistema de soporte y de sujeción de las maderas, lo que ha facilitado la restauración y estabilización de la obra.
El director del Museo, Miguel Zugaza, también ha destacado la restauración del "Retrato de José Camón Aznar", una tinta de 1957 del pintor vizcaino José María Ucelay, que se ha restaurado mediante el uso de tres tintas diferentes de color rojizo, la eliminación del adhesivo del anterior montaje, la estabilización química de la obra, y la realización de un nuevo montaje.
También se ha presentado una copia anónima del siglo XVIII de un original perdido de Bartolomé Esteban Murillo, y que ha sido restaurada por becarias del programa Iberdrola-Museo, aunque esta última no se expondrá al público.