Vitoria - En este arranque de 2019, la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa va a tener en la fotografía una invitada especial. La parte final del certamen Gazte Klik Klak volverá dentro de no mucho a un emplazamiento que en estas primeras hojas del nuevo calendario se va a dejar atrapar por las imágenes que componen Expresiones transitorias, producción con la que Moi Ruiz de Azua comparte con el público un proyecto que ha necesitado de diversos años y viajes para hacerse realidad. “Ha sido un parto largo”, sonríe el autor, que llega a la capital alavesa con esta propuesta después de haber pasado ya por localidades como Bergara y Beasain.
Diferentes elementos se unen en esta propuesta para proponer al espectador una reflexión sobre el espacio público y las expresiones que en él pueden llegar a darse. Por un lado, que la muestra -en la que se pueden ver 27 imágenes- es posible tras ir, cámara en mano, por distintos lugares de Euskal Herria pero también de Canadá, Italia, Francia... localizaciones en las que contenedores, puertas, suelos, lápidas de cementerio y fardos de paja, entre otros contextos, se convierte en foco de atención para proponer esta “mirada al espacio público como un lugar de expresión libre, donde todos, todas y todo interactuamos de alguna manera, donde vamos dejando nuestros pensamientos, nuestra emociones, donde realizamos intervenciones artísticas, reivindicaciones individuales o colectivas a través de mensajes, pintadas, graffitis? que a veces se deslizan unos sobre otros, estando en un diálogo perpetuo”.
Aunque el creador admite que “en estos momentos, en el espacio público están surgiendo muchas expresiones de intolerancia” que le tienen preocupado, Ruiz de Azua defiende que ese lugar compartido debe ser “para la tolerancia, la solidaridad y el respeto mutuo”. Con todo, el fotógrafo describe que Expresiones transitorias “no pretende hacer ningún tipo de apología o reivindicación” de nada, sino dejar huella del trabajo realizado a lo largo de diez años.
“Todo es efímero, todo cambia. También los lugares donde se hicieron las fotografías. De hecho, algunos ya no existen. O están contando historias nuevas”, afirma Ruiz de Azua, que aclara que en las imágenes presentadas “no hay fotomontajes”, sino retratos de lo que fue y puede que todavía sea, de manos impresas en el suelo, de las hojas de un árbol caídas por la presencia del otoño, de puertas llenas de grapas, de... impresas en paneles fotográficos Chromaluxe de aluminio. “La verdad es que es algo que da un aspecto muy realista al resultado final, parece que la fotografía tiene relieve”, como se puede apreciar ahora en la capital alavesa.
“No es mi primera exposición, pero sí en un lugar con estas dimensiones” afirma el autor mientras camina entre la casi treintena de imágenes que dan vida a Expresiones transitorias, a un retrato de “momentos que me han sorprendido”, cada uno por su razón. “No puedo destacar ninguno”, confiesa.