Vitoria - Todo está preparado ya. Desde principios de esta semana, el equipo de personas que hacen realidad cada año Mazoka se encuentra trabajando en el antiguo Depósito de Aguas para acoger desde hoy a las miles de personas que acudirán a la cuarta entrega de la propuesta organizada por Ilustrapados en Araba. De hecho, ayer a la tarde, algunos de los 40 creadores seleccionados este año empezaron a ubicarse en un espacio que mantiene la estructura de otras ocasiones pero que presenta algunas novedades que a buen seguro sorprenderán a más de uno.
Desde esta tarde a las 17.00 horas hasta las 19.00 horas del domingo, Montehermoso será un ir y venir constante personas, conversaciones, actividades, compras, talleres... en torno a la ilustración y el dibujo. “Mazoka es, ante todo, una gran celebración” subraya su directora, una Marta C. Dehesa que espera, ante todo, que tanto participantes como público puedan disfrutar de una “fiesta de la creatividad” y de una forma “diferente” de acercarse a la cultura.
Entre los autores seleccionados, en esta ocasión habrá presencia internacional. Sucederá así con el colectivo de Ediciones Armadillo, llegado desde Noruega, o con Sol Rodríguez, que vendrá desde Reino Unido, a quienes habrá que sumar al colectivo francés Athanor y a la argentina Ileana Rovetta, afincada en Portugal. Junto a ellos estarán ilustradoras de relevancia como Maite Gurrutxaga, que fue galardonada en 2014 por el Premio Euskadi de Ilustración de Obra Literaria, Noemí Villamuza, galardonada con el Premio Nacional de Edición, y Bea Enríquez, que recibió en 2017 el premio más prestigioso de novela gráfica, el Internacional Fnac Salamandra, sin olvidar a Luis Fernández Sanz. Eso sí, si algo caracteriza a Mazoka es la diversidad y la capacidad por, desde la calidad, abrir el abanico de asistencia a autores de todo tipo. También a quienes hoy están en vías de formación. De ahí que incluso en este 2018 se haya habilitado la beca Bekikasle destinada a alumnos de bachilleratos artísticos, universidad o escuelas de arte, diseño e ilustración.
No hay que olvidar, además, que junto a los puestos de los mazokalaris participantes también se irán proponiendo distintas actividades paralelas, desde conciertos hasta talleres pasando por cuentacuentos y otras citas.
“Con el paso de los años estamos viendo ya caras habituales, gente que no dibuja pero que también te la encuentras luego en presentaciones de libros o acompañando a sus hijos a talleres de ilustración”, comenta Dehesa. Al fin y al cabo, otra de las apuestas de Mazoka pasa por poner en valor en la sociedad en general la importancia que tienen el campo de la ilustración y el dibujo. Ya sean asistentes de otras ocasiones -el año pasado se superaron los 7.000 accesos- o caras nuevas, Mazoka lo tiene todo preparado para sumarles a todos.