El capítulo de Cuéntame emitido el pasado jueves en La 1 se ha convertido en joya televisiva por la intensidad de las secuencias, catarata de emociones y buen hacer profesional de la familia Alcántara y aledaños. La marcha de Carlos en busca de nuevos rumbos para su atormentada existencia ha propiciado un giro narrativo en la serie cuyas consecuencias veremos en próximos capítulos. La marcha de la voz narradora de la serie construida a lo largo de diecisiete años, resultó un éxito de audiencia y calidad televisiva. Director y guionistas coordinados por Oristrell en el relato de la historia, construyeron una narración empática, cercana y propiciadora de intensas lloreras familiares a lo largo de la noche, que pusieron excelente punto y aparte con la marcha de Ricardo Gómez en un triunfo que La 1 viene explotando con acierto y calidad propia de una emisión de tele pública. Y mientras Carlitos se iba rumbo a nuevas tierras, otro Carlos, este Carlos Sobera seguía en su restaurante de First Dates, facilitando aproximaciones, éxitos y fracasos en la dura tarea de ligar en el tiempo de grabación de cada encuentro entre parejas de distinto sesgo humano, en una presentación de aspirantes llamados a ligarse mutuamente o fracasar con estrépito y evidente rechazo de la pareja asignada por los profesionales del casting. Ligar en sesenta minutos es tarea complicada para cualquier gladiador de la vida que debe de enfrentarse ante las cámaras y hacerse con la atención y el agrado de la pareja decidida por la dirección de este producto propiedad de Paramount films y triunfando en unas cuantas cadenas internacionales.Situaciones variadas que provocan la atención del espectador y de momento con éxito, ya que Cuatro sigue programándola en zona horaria de Prime Time, con Carlos Sobera de maestro de ceremonias, Celestina mediática de calentitos, calentitas y calentorras/os.