Madrid - “Sin palabras por el miedo a que pierda la fuerza”, así califica la fotógrafa Isabel Muñoz la exposición La antropología de los sentimientos, un recorrido temático por toda su obra en la que la materia del cuerpo humano se funde con lo místico, un santo y seña de la identidad de la artista. A través de 97 fotografías y seis instalaciones audiovisuales de las series fotográficas más representativas de su producción actual, esta muestra propone una visión general de la óptica de esta Premio Nacional de Fotografía 2016, que estará en Tabacalera (Madrid) desde hoy hasta el 17 de junio.
“Preferiría no tenerla que describir porque a mí me gusta medir las cosas con sentimientos”, confiesa Muñoz sobre esta muestra comisariada por Audrey Hoareau y François Cheval, cofundadores de The Red Eye, quienes defienden que en esta exposición el visitante encontrará una “mezcla entre la humanidad y la antropología”, donde la artista se pregunta “¿quienes somos?”. “Isabel es una fotógrafa mística”, agregaron durante la presentación de la muestra.
Según Muñoz (Barcelona, 1951), el proyecto encabezado por los comisarios franceses empezó hace tres años, pero en él no solo hay una mirada atrás a trabajos pasados, sino también una muestra de nuevas piezas creadas tras “saber” que contaba con este espacio expositivo madrileño. Tanto es así que el trabajo audiovisual que da la bienvenida a la muestra, Kudo san (2018), se “acabó de hacer anoche”, según admitió Muñoz sobre esta obra sobre la que ha trabajado 25 años; más de dos décadas en las que se ha metido de lleno en el “buto”, una danza mediante la cual los bailarines se “limpian” del dolor.
“compleja y escurridiza” “La obra de Isabel Muñoz, alimentada por una fuerza instintiva, está hecha a imagen de su autora, es compleja y escurridiza. Crea lo que se podría llamar, a falta de otra palabra mejor, es imágenes. Preferimos decir que ve sus personajes al revés; su condición no determina lo que vemos”, dijo Hoareau. Y de la tierra al medio acuático, en concreto al Mediterráneo que baña Águilas (Murcia), porque la ruta continúa con la serie de Agua (2016). Unas fotografías acuáticas en las que Muñoz se sumerge en el agua para mostrar la belleza que hay detrás del drama de la contaminación por los plásticos que sufren los mares. “Vivimos en un momento en que todo son imágenes terribles de sufrimiento, pero a través del arte puedes llegar a ver que la vida no es solo oscuridad, sino que hay luz, y los seres humanos tenemos que buscarla”, afirmó la barcelonesa sobre esta serie en la que cuerpos crean esbeltas figuras con los plásticos de los invernaderos de la zona. “Cuando estás debajo del agua hay un sentimiento místico, es como una forma de meditación”, añadió.
Por eso, La antropología de los sentimientos se presenta como un paseo temático en torno a la representación obsesiva y heterogénea del cuerpo humano, desde los mismos orígenes de la humanidad, la espiritualidad, la locura, los límites y extremos del cuerpo, la dimensión social de lo corporal y, finalmente, la sexualidad y el deseo.
Así, las salas de Tabacalera se convierten en espacios de reflexión con fotografías y vídeos sacados de grandes series como Sexo (2002), La bestia (2008), Amor y éxtasis (2010), Metamorfosis (2016), o de las más antiguas de su repertorio como Fragmentos (1995).
En referencia al trabajo “coherente” de los comisarios, Muñoz afirmó que ella no podría haberlo hecho, ya que es “muy caótica”, pero sí que ver sus trabajos le ha permitido “volver a vivirlos”. La exposición, organizada por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, cuenta también con un catálogo trilingüe -español, inglés y francés- que incluye fotografías de todas las obras mostradas en el espacio de Tabacalera. - Efe