Vitoria - El artista Antonio López ha asumido la creación de su primera obra religiosa, un Cristo crucificado para la Catedral Nueva de Gasteiz, como “un reto potentísimo”, según los responsables de la asociación cultural impulsora del proyecto. El creador viajó ayer a la capital alavesa para presentar su idea al lehendakari, Iñigo Urkullu, y se reunió, entre otros, con el diputado general de Álava, Ramiro González, y el alcalde, Gorka Urtaran.
La larga jornada de trabajo concluyó en el escenario que acogerá su obra, el altar de la Catedral Nueva, un lugar que, en palabras del propio artista manchego, es “muy poderoso”. López aprovechó su visita institucional para seguir avanzando en su proyecto y contempló cómo quedaría su Cristo crucificado según diferentes alturas. El artista vio con “mucho poderío” el modelo de mayor tamaño, de unos 2,20 metros de altura.
La asociación cultural explicó que para el artista éste es un “reto muy grande” con el que quiere aportar y hacer algo “muy especial” para el siglo XXI. El artista de Tomelloso, de 82 años, siempre ha tenido pasión por el Cristo de Velázquez y ahora tiene delante un “reto muy importante”, según Raíces de Europa.
La idea de López es que quien entre en la Catedral se quede “parado” ante la observación de este Cristo, que ocuparía un espacio preeminente en el altar con un desnudo presbiterio. La talla, de madera policromada, representará una imagen de un Cristo todavía vivo, ligeramente inclinado, sin mucha sangre y nada barroco.
La carga de trabajo del artista, actualmente tiene entre manos unas setenta obras, influirá en el desarrollo de este proyecto, que cuenta con el apoyo de las instituciones vascas, aunque se estima que podría estar terminado en un año y medio.
Esta será la primera obra religiosa dentro de la prolífica creación de Antonio López, ya que el proyecto que tuvo hace años para El Pilar de Zaragoza no cuajó. Al contemplar una de las fotos del boceto con el que está trabajando, López exclamó que este Cristo en este escenario es una obra que tiene “mucho poderío”. - Efe/DNA