Milán - “Si los desfiles serán o no el vehículo, eso no lo sé”, aventura en una entrevista con Efe sobre el futuro de la práctica de mostrar modelos ante, por lo general, un público limitado. “Solo puedo decirle que los desfiles, tal como los conocemos, en general están anticuados, y eso es precisamente por lo que hago lo que estoy haciendo con los míos, los estoy cambiando”, comenta antes de presentar sus propuestas en la Semana de la Moda de la capital lombarda. Reconoció que esos escasos quince minutos de exhibición ante un reducido grupo de personas -en su mayoría prensa y clientes, potenciales y ya conquistados- que aún dominan las presentaciones de quienes crean moda han pasado, precisamente, de moda. “Y fui de los primeros en tomar una posición y hacer el See Now Buy Now (adquirir una prenda nada más verla sobre la pasarela) y en abrirlos al público y crear un acontecimiento excitante a gran escala más que solo un desfile, porque solo un desfile puede ser bastante aburrido”, insiste Hilfiger (Estados Unidos, 1951).

“En los últimos dos años hemos aprendido que el consumidor quiere una satisfacción inmediata y una gran experiencia. También hemos aprendido que el público está muy interesado en ir a los desfiles de moda”, comenta. “Hace unos años al público no se le permitía nunca asistir a un desfile, solo era para la prensa o para los compradores, para los editores de revistas en realidad. Al público le intriga la moda y quiere ver todo lo que pasa”, agrega Hilfiger. La idea del mira ahora, compra ahora (See Now Buy Now) le parece, asegura, una “idea explosiva”. Admite que eso le obliga a no ser “demasiado conservador”: “Desde el punto de vista creativo creo de verdad que uno tiene que asumir riesgos y que tiene que crear ropa que sea única y muy deseable y es que el consumidor quiere algo diferente”.

En Milán, Hilfiger presenta lo que en su marca denominan un desfile experiencial, con ropa masculina y femenina que por cuarta llega vez con un formato diferente y con gran presencia en redes sociales e inventos tecnológicos para permitir su adquisición. “Las redes son un vehículo increíble para nosotros como marca para llegar al consumidor y también para que sepamos lo que está ocurriendo en el mundo de la moda, el arte, la música, el entretenimiento...”, comenta. Admite que tienen una “parte negativa”, que consiste en su opinión en que “si se transmite el mensaje equivocado no hay manera de dar marcha atrás”. - Javier Alonso