“Si con las 13 nominaciones ya nos sentíamos ganadores, con diez goyas, triunfadores. Estamos muy contentos, no lo esperábamos. Y, sobre todo, ver a todos los compañeros subir al escenario a recoger los premios ha sido muy especial”, confesaba ayer Jon Garaño, que se ha encargado de la dirección junto con Aitor Arregi de Handia, la película que ha arrasado en los premios Goya de este año y que se ha convertido en la más vista en euskera de la historia.
Unas horas después de la fiesta del cine, el equipo de la cinta vasca todavía vivía la vorágine de una noche triunfal que hizo historia en los premios Goya 2018 al lograr diez de las trece estatuillas a las que estaba nominada. Una cifra récord que la convierte en la tercera producción con más premios de las 32 ediciones de estos galardones tras los 14 de Mar adentro y los 13 de Ay, Carmela.
“Tras finalizar la gala, me explotó el teléfono con mensajes de felicitaciones. No he tenido tiempo ni de contestar; tuve que atender a los medios de comunicación y me fui corriendo a la fiesta de la Academia de Cine, aunque cuando llegué ya estaba prácticamente acabada. Así que volví al hotel, me duché y me cogí un taxi para ir corriendo al aeropuerto”, señala Jon Garaño, que se encontraba ayer a la mañana en el aeropuerto de Londres para conectar con un vuelo a California. “Ahora tenemos que empezar a pensar en la presentación de Handia en Estados Unidos. El primer pase será este viernes en el Festival Internacional de Santa Bárbara y para nosotros es un evento muy importante”, dice el realizador guipuzcoano, que junto con Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga forman Moriarti Produkzioak, productora responsable también de Loreak.
La película vasca que narra la historia real del gigante Miguel Joaquín Eleizegui Arteaga, que vivió en el País Vasco en el siglo XIX, estaba nominada a casi todas las categorías técnicas, además de la de mejor actor revelación, director y película. “Hemos ganado en casi todos los apartados técnicos, pero nos ha dado un poquito de pena no haber conseguido el Goya al mejor sonido; fue el único que se nos escapó. El trabajo que hicieron Iñaki Díez grabando la música en directo y luego Xanti Salvador con el diseño y la construcción del sonido fue espectacular. Pero también es verdad que la película Verónica, que se llevó al final el Goya, tenía también un buen sonido, realizado por Aitor Berenguer, Gabriel Gutiérrez y Poulpiquet”.
Para Jon Garaño no es su primera nominación a los Goya. Loreak, la cinta que dirigió junto con Jose Mari Goenaga, fue la primera película rodada íntegramente en euskera que se “colaba” entre las mejores producciones de 2015. Rodada en euskera y sin más ambición que la de hacer cine, optaba al premio a la mejor película y a la de la música original, aunque se lo arrebató Ocho apellidos vascos.
Ayer, Garaño se mostraba muy contundente cuando asegura que la felicidad del equipo de Handia no se ha visto ensombrecida por no haber logrado los premios a la mejor dirección y mejor película, que se acabó llevando la realizadora catalana Isabel Coixet con La librería, un film rodado en inglés. “Lógicamente, todos queremos ganar el premio más importante ,que es el de mejor película, pero no pudo ser. No nos sentimos perdedores, ni mucho menos; pensar que Handia ha sido reconocida en diez aspectos como estos nos ha gustado mucho. Es algo insólito y muy especial para nosotros. Son especiales porque en ellos están representados casi todo el equipo. Además, hasta ahora, se vinculaba el cine en euskera con trabajos no demasiados ambiciosos, con cine pequeño. Esto ha demostrado que se pueden hacer películas en euskera con aspiraciones técnicas ”, explica.
eskerrik asko, diez veces En la gala del sábado sonó bien fuerte el euskera en varias ocasiones debido al efecto Handia. Lo habló incluso la actriz británica Emily Mortimer para rendir homenaje a la película. “Fue bonito escuchar euskera en la gala, también era lógico, porque Handia se ha rodado en euskera y es nuestra lengua, tenemos la suerte de que estamos dando visibilidad a la riqueza de una lengua. Cada uno se expresa como quiere, y en ese sentido, me parece fenomenal demostrar que podemos hacer películas en euskera con aspiraciones y ambiciones”.
Al menos, se escucharon en diez ocasiones la palabra “eskerrik asko”, cada vez que los galardonados de esta cinta vasca se subieron a recibir su Goya. La película de Jon Garaño y Aitor Arregi fue premiada en las categorías de mejor actor revelación (Eneko Sagardoy), mejor dirección de producción, mejor dirección de fotografía, mejor montaje, dirección artística, diseño de vestuario, maquillaje y peluquería, efectos especiales, guion original y mejor música original. Además, se anunció durante la gala que la película representará a España en los Premios Ariel “que son como los Oscar mexicanos”.
Desde su estreno el pasado 20 de octubre, Handia ha sido visto por casi 100.000 espectadores y hasta el momento, ha conseguido una recaudación de 531.000 euros. “Sería un verdadero premio para nosotros que se volviera a proyectar en las salas cinematográficas; nos encantaría, además es lógico que haya más interés por la película tras conseguir los 10 premios Goya, pero por plazos empieza ya la distribución en las plataformas digitales... De todos modos, nos encantaría que volviera a las salas”.
Todavía la vorágine de Handia no ha terminado. Tras los premios Goya y el estreno en Estados Unidos, el filme se exhibirá en varios festivales internacionales, entre ellos el de Guadalajara (México). “Pero tras superar la resaca que siempre conlleva este tipo de premios, nos meteremos a fondo con nuestro siguiente proyecto. En primavera y verano vamos a rodar un nuevo filme”, anuncia Garaño. Se trata de La trinchera infinita, un proyecto para el que se han unido las productoras vascas Irusoin y Moriarti Produkzioak y la andaluza La Claqueta. Con guión de Luiso Berdejo y Jose Mari Goenaga, el filme pretende ser una alegoría sobre el miedo, que estará protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta.