Madrid - Tras el lanzamiento en 2017 de su esperado segundo disco de estudio, The thrill of it all, Sam Smith volverá a brillar el próximo año cuando inicie su nueva gira como uno de los grandes nombres de la escena musical, convertido en egregio embajador del lamento sentimental. “Soy una persona vulnerable y me parece que eso es algo que el mundo necesita ahora mismo. De hecho, estoy harto de los hombres que no sueltan una lágrima y que rehúsan mostrar sus emociones”, declara.

Sus palabras, como su talento, vienen refrendadas por los cuatro premios Grammy que cosechó como mejor nuevo artista, por la mejor grabación y mejor canción del año para Stay with me y por el mejor álbum de pop vocal para su debut, In the lonely hour (2014). Con él, sobre todo a través de sus composiciones más desgarradas y su voz fina y elegante, asomaron numerosas similitudes con su compatriota Adele, especialmente después de cosechar como ella un Óscar de la Academia de Hollywood por el tema central de Spectre (2015).

Su nuevo trabajo, el citado The thrill of it all, llega tres años después del lanzamiento de su primer disco, de la intensa gira que lo siguió y de un parón “necesario” en el que se dedicó a viajar por todo el mundo. Llama la atención que, frente a su predecesor, no hay aquí espacio para su faceta más traviesa y transforma los 14 cortes de su edición especial en un canto a la vulnerabilidad que incluye su reivindicación como gran símbolo de la comunidad homosexual. Su nueva gira arrancará el 20 de marzo en Sheffield y contará en España con dos fechas: el 15 de mayo en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el 16 en el WiZink Center de Madrid. - Efe