Vitoria - El pasado sábado dieron el primer concierto de presentación de su nuevo trabajo, Braillean. A Oiartzun le va a tomar el relevo este jueves Gasteiz. De hecho, esta segunda parada de la gira se producirá a partir de las 19.30 horas en las tablas del Naski, siendo la entrada gratuita. Eso sí, antes del recital, Jon Martin Etxebeste y Garikoitz Amundarain se adelantaron al resto de sus compañeros de Beira visitando ayer la capital alavesa.
“Hemos tocado desde en fiestas de pueblos hasta en bares de cualquier tamaño y en todos los sitios intentamos generar una determinada atmósfera. Eso se traduce en cierta exigencia al público para que siga nuestras historias y, por tanto, algo de silencio, aunque no somos nosotros los que pedimos nada, es la propia gente la que se suele pedir no hacer ruido”, apunta Amundarain. Así, en este contexto, llega el jueves el momento de conocer de cerca las once canciones que componen la nueva criatura de Beira, un disco en el que queda claro “que somos cuatro músicos muy exigentes con nuestro sonido y un bertsolari como Jon que cada día nos sorprende”. “Creo que somos un grupo único en nuestra especie que no se casa con estilos musicales. Beira es capaz de hacer de todo, con mucha calidad, con unas letras impresionantes y una música especialmente trabajada”.
Etxebeste, por su parte, señala que “alguien que no entiende euskera puede disfrutar del grupo por el nivel que tiene su música. Pero si eres como yo, que soy un consumidor de letras y me da igual si eres Silvio Rodríguez o Nach, la banda te puede gustar mucho también porque mimamos mucho los dos procesos”. En este sentido, los dos componentes de la formación señalan que Braillean es un álbum en el que “va a haber una canción que te toque. Parece que siempre nos escondemos detrás de una coraza, pero si no es un tema, será otro y alguno va a penetrar tu coraza”.
De hecho, como señala el propio título del disco, “es un sonido que hay que tocar. Son once canciones muy diferentes entre sí y le pedimos al público que no oiga, sino que escuche”. Lo hacen al mirar la portada del CD en el que se puede ver a la mano de un bebé tocando el seno de una mujer. “Gente relacionada con el feminismo nos ha preguntado sobre las intenciones que teníamos. La respuesta está dentro del disco. No queríamos un seno como reclamo publicitario. Es una fusión sobre temas de varias canciones. En tiempos en los que vemos gente semidesnuda en todos los escaparates, hay quien se escandaliza por ver a una mujer dando el pecho a su hijo o hija en la calle. Facebook retira y censura imágenes de este tipo. Creemos que las cosas deberían ser más naturales. Sabemos que es una portada arriesgada pero ha sido algo muy pensado y medido”, apunta Etxebeste, al tiempo que su compañero señala que “estamos abiertos a cualquier comentario; siempre estamos aprendiendo”.
También va el bertsolari conociendo mejor el mundo de los directos de un grupo de música, algo muy diferente a enfrentarse a un saio. “No estoy acostumbrado a que la gente cante conmigo. Es curioso. Además, tenemos un público que se sabe las letras mejor que yo”.