una pizpireta cantante con pasaporte mexiconorteamericano irrumpió en la última gala de Operación Triunfo, con espectacular y ceñido traje de gala y una canción que se convirtió en la estrella de la noche por sus contoneos, sus picantes textos y presencia luminosa en un ejercicio de marketing y publicidad tan del estilo yanki imperante en el negocio del show bussines. Esta artista canora, surgida del mundo de las multinacionales de la música en un ejercicio de creación dominada por estudios, grandes productores musicales y distribuidoras que se juntan en intereses y filosofía, y sacan de la nada, emergentes estrellas como esta que comentamos, de nombre Beky G con millonarias descargas en la red y canción astracanada Mayores, cancioncilla sometida a la censura de La 1, demostrando una vez más que es peor el remedio que la enfermedad, porque la actuación resultó repetitiva interpretación de un estribillo inaguantable, estúpido y descerebrado que dice así A mí me gustan mayores, de esos que llaman señora, de los que abren la puerta y mandan flores. Sonsonete repetido casi veinte veces para mayor gloria del enfebrecido personal que llenaba el plató de OT. Cantar no cantaba, pero moverse mucho pronunciando rectas y curvas con la compañía entregada de Bustamante y presentador novato que se sintieron catapultados al paraíso del orgasmo y emoción televisiva del momento cumbre de la noche. La tal Rebeca María o algo así salió a vender y bien que lo consiguió consumiendo minutos de oro en la última sesión musical de los/as aprendices de brujo que sueñan con ser un día como Beky, artista de plástico en un mundo de mentiras poniendo a la juventud en trance con espectáculos como el comentado. Luz, color, ritmo, música, bailarines y una superestrella de un mundo que no existe más que fugazmente en la pequeña pantalla.
