MADRID. Así lo ha explicado a través de un comunicado hecho público en sus redes sociales, en donde manifiesta que pese a estar viviendo su gira de "Ponte a Cubierto" como un "momento bonito y emocionante", comprobar cómo sus actuaciones se llenan de teléfonos móviles grabándoles no resulta ser de su agrado.

"Un concierto no es un sitio para estar dando por culo a los demás con ruidos, luces o manos en alto. No es realidad aumentada ni virtual. Es el presente, y si lo estás grabando, te lo estás perdiendo", apunta el cantante.

Por eso, añade que en los conciertos "no se puede grabar ni hacer fotos", y subraya que "una sociedad que no respeta la propiedad intelectual es una sociedad condenada a servir como mano de obra a culturas más avanzadas".

"Normalmente -afirma sobre cómo se actúa en sus conciertos- la gente de seguridad no echa a nadie por hacer fotos. Después de avisarles más de una vez se les invita a salir para borrarlo, y normalmente se les vuelve a dejar entrar".

Pero, según matiza, a veces las cosas "no se pueden hacer con la normalidad adecuada (...): Unas veces por el pedo, o porque se falta al respeto a los espectadores que están alrededor, a los trabajadores de la sala, o a las personas que se encargan de la seguridad de todos los asistentes. Y otras, como pasó en Barcelona, porque alguien se empeña en ser el centro de atención a toda costa".

Y esto, en palabras del artista, "ocasiona distracciones e interrupciones que molestan a todos".

"La verdad -concluye- es que no me siento muy bien teniendo que explicar que alrededor de cada uno hay otras personas sentadas queriendo ver y escuchar el concierto. Dentro de la gira hay otro tipo de recintos en los que vivir los conciertos de una forma más movida. No os equivoquéis de sitio".