Barcelona - Cumplió ochenta años en noviembre pasado, pero Marta Casals, viuda del músico Pau Casals, no para. Recién llegada de Bruselas, estos días se encuentra en Barcelona, donde asistió a la entrega de un premio a Jordi Savall y participó en la Diada que lleva el nombre de su marido. Esta mujer entusiasta reivindica el legado musical del violoncelista, así como su activismo en favor de la “confraternidad”, mientras espera que en unos años el Festival Internacional de Música Pau Casals de El Vendrell (Tarragona) esté al mismo nivel que el de Salzburgo dedicado a Mozart o el Bach Festival de Leipzig, en Alemania.
Sin embargo, si hay algo que le preocupa especialmente y que desea conseguir es que la gente visite la casa museo del maestro en su localidad natal de El Vendrell para sentir allí “su espíritu” en un inmueble en el que se “concentra un siglo entero de música”. “El maestro -subraya- siempre decía que a los niños desde la cuna habría que ponerles discos bonitos para que se les engancharan en la piel. La música es calidad de vida, es paz de espíritu y cuando la descubres da mucha satisfacción, es un sentimiento que une. En vez de pelearnos y hacer la guerra, todos tendríamos que apostar por la música”.
Volviendo al Festival Internacional Pau Casals, que en esta edición inicia una nueva etapa con el musicólogo francés Bernard Meillat como nuevo director artístico, Marta Casals cree que el hecho de acortarlo en días, con siete conciertos dedicados a los compositores más queridos por el violoncelista, permitirá que vengan hasta Catalunya un mayor número de personas extranjeras. A su juicio, se trata de que tanto personas que viven fuera, como residentes en Catalunya y del resto de España, interioricen que en julio -el festival se celebrará entre el 13 y el 24- “hay que ir a El Vendrell y, si hace falta a Barcelona, para escuchar las propuestas del festival Casals”. - Efe