Vitoria - Dice Myriam de Miguel que exponer en ¶espazioa es estar “casi como en casa”. Un hogar en el que recibir al público hasta el 7 de abril para entablar, sin necesidad de palabras, las conversaciones a las que la artista invita desde sus obras. “Me gusta dejar las historias inacabadas para que la gente las termine”, algo que se ejemplifica a la perfección en Vértices, puntos de encuentro/Erpinak topaguneak, inaugurada el pasado viernes en la galería “de barrio” impulsada por José Cos en la calle Costa Rica.

Una decena de cuadros reclaman el protagonismo desde las blancas paredes del espacio, aunque dejan hueco para algunos grabados. “Quería ofrecer también una pequeña muestra de las otras técnicas que uso”, apunta De Miguel, cuya faz fotográfica se hace presente en este caso en la proyección en bucle que de otras 60 pinturas, grabados e instantáneas se lleva a cabo en la misma sala gracias a un vídeo. Se propone así un pequeño pero significativo abanico de las últimas piezas producidas entre 2013 y 2016.

“La intención es hacer de esta exposición, como dice el título, un punto de encuentro, un lugar donde comunicar, dialogar con la gente. Espero que quien observe las obras se meta en ellas y reciba unos estímulos que le digan algo, que le cuenten una historia, que le hagan sentir unas sensaciones... Es un punto de encuentro donde estamos el espectador y yo para llevar a cabo una comunicación en la que no hay palabras pero sí un diálogo, una transmisión”. Así lo viene proponiendo la autora desde el pasado viernes, cuando se abrió la muestra en un acto “al que acudió mucha más gente de la que esperaba, muchas de ellas personas que no conocía”, espectadores a los que invitar a “dejar los prejuicios a un lado y entrar en la obra, dejarse llevar por el color, la textura... por el mensaje abierto que propongo”.

De esta forma, De Miguel -que también está exponiendo ahora en Madrid en una muestra colectiva- se suma al camino abierto por ¶espazioa como uno de esos escasos y raros reductos que les quedan a los artistas alaveses en su propio territorio para poder encontrarse con el público más cercano. “Es un lugar que también es un punto de encuentro, un espacio que coincide además con los caminos de mi expresión plástica”, apunta la creadora, al tiempo que señala que “aquí hay muchos artistas, gente que crea pero que no tiene espacios ni para realizar obras, ni para exponer. Vitoria es un caso muy especial porque no hay posibilidades para ningún creador”.

Con todo, De Miguel -que pertenece a la asociación de mujeres artistas EmpoderArte, así como a otros colectivos como Plataforma A y Mahaia- también lleva a cabo desde hace años una intensa labor en pro de la divulgación de aquello que tiene que ver con el arte y la cultura, un trabajo en el que Internet y las redes sociales tienen un peso específico. Desde hace casi diez años, de hecho, tiene en marcha ComparteArte, que cuenta con una comunidad de más de 200.000 personas al mes siguiendo sus noticias y artículos.