Hace un año largo nació en Álava un colectivo llamado Mahaia: la mesa de la cultura en Álava para la creación contemporánea. Un colectivo que aglutina a más de 400 artistas, escritores, actores, músicos, arquitectos, educadores, mediadores, técnicos? e incluso usuarios de cultura. El colectivo dejaba bien claro por entonces que su idea era aunar una voz única para todos los sectores de la cultura local. Y es que los graves problemas que afectan a la cultura de nuestro territorio no se pueden atribuir sólo a la ineficacia de las políticas de nuestros gobiernos locales: los propios agentes culturales han tenido también históricamente su parte de responsabilidad pues nunca han sabido superar sus diferencias y unirse. Algo que parece haber cambiado ahora con el nacimiento de Mahaia.

La cultura es demasiado importante para dejarla sólo en manos de nuestra gobernanza pues ésta muchas veces sólo busca la visibilidad mediática que le puede aportar apoyar tal o cual evento, sumergida las más de las veces en un bucle repetitivo e ineficaz, elaborando sus programaciones destinadas a llenar agendas y folletos, con gran profusión de material de comunicación, pero alejada de los sectores que podrían estar interesados; precisamente porque se da un importante falta de conexión con el público, al que se trata siempre desde la asentada fórmula de “cultura de masas” en una población en la que “la masa” resulta ser el vecino más cercano.

Mahaia durante estos meses de existencia ha estado proponiendo a las instituciones medidas concretas que ayuden a construir una sociedad culta y crítica como la que debería aspirar a ser la sociedad vitoriana y alavesa. La Mesa ha conseguido conquistar ya ciertos espacios para nuestra maltrecha cultura. De entre sus logros, podemos destacar los siguientes: la aprobación unánime de todos los grupos municipales en el Pleno del Ayuntamiento a la moción sobre Krea el pasado mes de septiembre; la presentación de diferentes enmiendas por la cultura a los presupuestos de Ayuntamiento y Diputación; la elaboración de un Código de Buenas Practicas que será presentado próximamente en Juntas Generales o la inminente comparecencia de Mahaia en la Comisión de Cultura del Parlamento Vasco para presentar lo que ha denominado Pacto por la Cultura, el próximo 13 de marzo.

Y ayer la gente de Mahaia se reunía a las siete y media de la tarde en Zas Espazioa (en la calle Correría número 84, ese nuevo espacio cultural alternativo que en junio de 2017 cumple un año de existencia) e invitó a la ciudadanía a acercarse para conocerles. Para conocerles en un ambiente festivo que han llamado Mahaia pote.

Fue ésta una buena ocasión para estar al tanto del trabajo de este colectivo. Y para enterarnos de los resultados de esos intensos diálogos que ha mantenido con todas las instituciones públicas que tienen que ver con nuestra cultura local. La cuestión ahora es que éstas estén a la altura y sepan ver en Mahaia su principal y más estimable colaboradora.