2 Carlos González
f Cedida
Vitoria ? Después de Pereza hay vida. Rubén Pozo, de hecho, no para. Madrid, Gasteiz (con Ellas como teloneros de un concierto que tiene las entradas a la venta por 5 euros en anticipada y 8 en taquilla) y Santander ponen el punto final al tour de su último álbum, aunque la grabación del tercero va a ser inmediata.
¿Saboreando las vacaciones?
?No, porque la verdad es que entramos a grabar el siguiente disco casi de seguido. Cuando terminas una gira es cuando los músicos están más calentitos y la máquina está mejor engrasada, así que queremos aprovechar ese instante y esa energía para registrar el próximo álbum.
¿Explotación?
?(Risas) Bueno, que vamos a tener una semanita para respirar, no creas. Pero es verdad que siempre que terminas una gira, los músicos comentamos que estamos en ese momento idóneo para grabar y esta vez a nosotros nos apetecía llevarlo a la práctica.
Tres días y otros tantos conciertos: Madrid, Vitoria y Santander.
?Tres conciertos seguidos se llevan bien. Ya con cuatro igual empezaría a flojear un poco. Pero con tres puedes estar al 100% en todo momento. De todas formas, es que tocar tu música sobre un escenario es un gusto, el gran regalo, el premio gordo, así que van a ser tres conciertos seguidos que vamos a hacer con mucha alegría y ganas.
Suponen poner la guinda a la gira de un disco como ‘En marcha’, que ha supuesto muchas cosas para usted en estos dos años. ¿Cómo despide a este trabajo?
?Con agradecimiento. Nos ha dado muchos conciertos, he podido ir por primera vez a Argentina y a México, nos ha dado una gran respuesta de la gente... Cuando salió este tramo final del tour con Girando Por Salas (GPS 2017) nos pareció perfecto para poner el broche a un trabajo que hemos rodado mucho y que tiene canciones que se van a quedar ya en el repertorio. Creo que estos conciertos son el punto final de oro.
¿Está aprovechando estas actuaciones para presentar en directo algunos de los temas nuevos o habrá que esperar?
?Estamos tocando algunos en las pruebas de sonido pero no en los conciertos. No quiero que alguien grabe con un móvil, con la imagen moviéndose, alguien al lado que habla y esas cosas. Para colgarlo así, de esa manera, prefiero esperar, sacar el tema yo en el disco, que suene bien, perfecto y en condiciones, reservándome la sorpresa. Pero si no estuviera el tema de Internet, sí que lo haría.
‘En marcha’ ha supuesto la confirmación de que hay vida después de Pereza. Su salida, ¿supuso por eso más presión de lo habitual?
?La presión máxima la siento cuando tengo delante el bolígrafo, el papel y la guitarra. Ahí es cuando aparece, además, el punto álgido de mi ambición porque quiero hacer algo de lo que sentirme plenamente satisfecho, algo que transmita y emocione. El resto... yo doy el 100% en los conciertos y en todo lo que conlleva la música. Lo que está en mi mano es componer las mejores canciones que pueda y darlo todo en las actuaciones. Lo demás... no puedo hacer nada.
¿En qué quiere que sea diferente el próximo disco?
?Va a ser un trabajo grabado más como hicimos el primer disco, es decir, meter a toda la banda en el estudio y aprovechar muchas tomas de todos tocando juntos. Una banda tiene que ser como un solo miembro con, como en este caso, cuatro cabezas. Vamos a grabar a la vez y aprovechar este buen momento que tenemos como grupo.
¿Cuándo estará disponible?
?Para después de verano, aunque antes sacaremos algún adelanto.
¿Pero estos meses se irá de conciertos como espectador y esas cosas o de música nada por un tiempo? ¿Cómo va a ser la desintoxicación entre un disco y otro?
?Para tocar, estaré de perfil bajo, salvo alguna propuesta concreta o algún llanero solitario que les llamo, vamos algún concierto a voz y guitarra. Como espectador... es que si te gusta la música, quieres estar siempre viendo qué está haciendo el resto. Eso nunca para.
¿En los conciertos, primera fila o cerca de la barra?
?De primera fila no fui ni con 15 años (risas). Siempre he ido más a escuchar que a darlo todo, pero esa es mi manera de hacer. Quizá también por ser músico, porque me gusta ver a toda la formación y fijarme en los detalles. Por eso suelo estar cerca de la mesa de sonido. Pero los que van a primera fila son la vida de todo esto y del rock, esos no pueden faltar. Lo malo que tengo cuando me pongo cerca de la mesa de sonido es que no soy muy alto (risas).
Volviendo a estos últimos tres conciertos, incluyendo el de la sala Jimmy Jazz. ¿Difícil manejar las emociones de una banda antes de decir adiós, aunque sea temporal, a las tablas?
?Cuando se apagan las luces de la sala y se encienden los focos, sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer. l