Vitoria - La programación navideña de la Red de Teatros no sólo se vive en un Principal que, eso sí, hoy acogerá (con todo agotado) la segunda cita de Faemino y Cansado con el público de la capital alavesa. También esta noche tendrá otro reclamo desde el Jesús Ibáñez de Matauco, en lo que será la despedida, por este año, de las tablas del centro cívico Hegoalde. Un adiós en el que la danza contemporánea marcará el paso gracias a la representación del montaje El cielo ahora por parte de la compañía Olatz de Andrés.
Como es habitual, el encuentro con el respetable se producirá a partir de las 20.30 horas, quedando todavía pases a la venta por un precio único de 15 euros. A partir de ahí, y durante una hora, los asistentes se adentrarán en este espectáculo donde la palabra también juega su papel para hacer una lectura personal del mito de Medusa y Perseo.
Para observar que la historia se repite de una manera cíclica, De Andrés crea un espacio imaginario en el que pasado y futuro conviven. La pausa y el movimiento se convierten así en dos herramientas básicas para los intérpretes, un reparto en el que la directora comparte trabajo con Natalia de Miguel, Pilar Andrés e Isaak Erdoiza.
Eso sí, al trabajo de la danza se une también el aporte en la dramaturgia de El Conde de Torrefiel, es decir, Tanya Beyeler y Pablo Gisbert. “Ellos te escuchan, absorben lo que quieres y luego te proponen ir más lejos, lo que hace que colaborar sea una experiencia única y enriquecedora”, apunta De Andrés, que, de hecho, ha utilizado una fórmula parecida para su última producción, The End Game, estrenada hace poco.
De momento, eso sí, El cielo ahora sigue dando buenas noticias de la compañía ya que la pieza estrenada en 2014 tiene más representaciones previstas para 2017 después de un 2016 muy activo. “Tal y como está la danza contemporánea, haber hecho este año 30 bolos es una alegría inmensa” describe De Andrés. Con ese recorrido, el grupo llega ahora a la capital alavesa con la intención de volver a encontrar “la respuesta del público que hemos tenido hasta ahora y que está siendo muy interesante”, reacciones ante un montaje donde la palabra (tanto escrita como dicha) juega su papel, así como el vestuario, la música y el atrezzo, elementos donde esa idea de pasado y futuro también se refleja.