Vitoria - Tras el proceso de restauración llevado a cabo por la empresa Petra, el Museo de Arte Sacro de Álava es ya la nueva casa de la talla del siglo XIV de la Virgen Blanca que fue retirada en 2007 del exterior de la iglesia de San Miguel debido al deteriorado estado en el que se encontraba. En ese momento, fue sustituida por una réplica, permaneciendo la original en las instalaciones del Servicio Foral de Restauración a la espera de que hubiese dinero para afrontar la recuperación de esta pieza de autor desconocido, una situación a la que no ha ayudado nada el contexto de crisis económica y los recortes públicos en las respectivas áreas de Cultura.
Aún así, el Instituto del Patrimonio Cultural de España (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) ha sido al final el responsable de financiar con 52.359,12 euros una operación que ha durado unos siete meses con el objetivo de recuperar esta obra de estilo gótico, labrada en piedra caliza de grandes dimensiones (214 x 69 x 54 centímetros). Tras los estudios perceptivos, se han encontrado diez intervenciones en su policromía, aunque en la restauración actual se ha optado por mantener la última existente, procediendo a su limpieza y cuidado.
La escultura de Nuestra Señora de la Virgen Blanca, en su origen, estuvo ubicada en el mainel de la portada principal de San Miguel, pero en el XVI se trasladó a uno de los contrafuertes de espalda a la sacristía, para volver en el XVIII a la fachada exterior del templo. En ese lugar permaneció hasta 2007, cuando hubo que retirarla por los problemas que su ubicación implicaba de conservación, sin olvidar la incidencia de algún que otro recordado acto vandálico sobre la imagen de la patrona de la capital alavesa.
Solucionadas todas estas cuestiones, la talla vuelve a encontrarse con la ciudadanía, aunque no en San Miguel, algo que a la Cofradía de la Virgen Blanca le deja cierto regusto amargo, como ayer apuntó su abad, Ricardo Sáez de Heredia, que si bien mostró su alegría por la restauración y por el hecho de que esta recuperación haya sido posible gracias a la colaboración de distintas administraciones y entidades, no dejó pasar la oportunidad de recordar en dos ocasiones que la escultura debería regresar a la iglesia de la que salió.
De momento, su estancia en el Museo de Arte Sacro se califica como temporal por parte de la Diócesis, aunque sin querer establecer plazos. Por ahora, el público, sea religioso o no, podrá ver la imagen en la Catedral Nueva, pudiendo también acercarse a los paneles explicativos que se han instalado sobre el estudio de policromía. Además, en enero está prevista la realización de unas jornadas técnicas abiertas para explicar el proceso de recuperación de la talla y no se descarta hacer visitas guiadas específicas.
Así se explicó ayer al mediodía en un acto en el que representantes del Gobierno central, la Diputación y el Ayuntamiento de Gasteiz acompañaron a a la cofradía y al obispo Juan Carlos Elizalde para recibir y honrar a la imagen.