Vitoria - Sigue sin estar claro dónde están sus restos y todavía no se sabe si su asesinato a manos del Ejército franquista se produjo en la madrugada del 17 o del 18 de agosto de 1936, aunque es esta última fecha la que, por lo general, está más aceptada. Por eso hoy, 80 años después de aquel fusilamiento, son muchos los que volverán a tener presente la figura y obra del escritor, poeta y dramaturgo andaluz Federico García Lorca, una firma esencial más allá del siglo XX.
Este recuerdo llega cuando se ha sabido que la jueza federal argentina María Romilda Servini de Cubría, también responsable de las investigaciones referentes a los asesinatos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, ha aceptado la denuncia presentada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en referencia a la desaparición del autor nacido en Fuente Vaqueros en 1898.
En el origen de este proceso se encuentra un documento de la Jefatura Superior de Policía de Granada fechado el 9 de julio de 1965, un informe en el que se recoge la versión oficial del régimen franquista sobre la muerte del poeta. En este texto se señala que García Lorca fue fusilado junto a otra persona. Además, define al miembro de la Generación del 27 como “socialista y masón”, a la vez que le atribuye “prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser vox populi”.
García Lorca se encontraba en Granada, hasta donde había llegado días antes de Madrid, ciudad en la que residía, explica el documento, que añade que, en el lapso de pocos días, se practicaron dos registros en su domicilio, tras lo cual se refugió en casa de sus amigos, los hermanos Rosales Camacho, falangistas. Allí permaneció hasta su detención, que el informe sitúa entre los últimos días de julio y los primeros de agosto de 1936 y que se produjo con una orden procedente del Gobierno Civil.
Una vez efectuada la detención, se condujo a García Lorca a los calabozos del Gobierno Civil y se interesaron por él los hermanos Rosales Camacho y el jefe local y el jefe de milicias de Falange, quienes tras entrevistarse con el entonces gobernador civil no consiguieron la libertad del detenido.
El creador fue sacado del Gobierno Civil “por fuerzas dependientes del mismo” y conducido en un coche al término municipal de Víznar junto a otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen y que, en las inmediaciones de un lugar conocido como Fuente Grande, “fue pasado por las armas”. A partir de este relato, la ARMH trasladó a la jueza la importancia de este caso para la configuración del que considera un “contexto de crímenes contra la humanidad” y que “resulta indispensable” contar con toda la documentación vinculada a este hecho que pueda encontrarse en los archivos del Ministerio del Interior español.
A la espera de conocer el alcance real de este proceso judicial, lo cierto es que hoy se recuerda el 80 aniversario de aquel asesinato todavía sin resolver, como tantos otros de los acontecidos durante y tras la Guerra Civil española. - Efe/DNA