que Tom Petty (Florida. 1950) es uno de los mejores compositores, cantantes y guitarristas ligados al rock del último medio siglo no genera duda alguna entre los aficionados, que, en el caso de Euskadi y el Estado español, seguimos soñando con su desembarco en directo. Más dudas había sobre su proyecto Mudcrutch, el primero de sus grupos, creado en los 70, con el que publicó solo un single y recuperado hace ocho años. Aquel estimado disco se ha visto superado recientemente por Mudcructh 2 (Warner), un álbum descomunal de rock, folk, country y algo de blues clásico ejecutado de forma natural, sin presiones ni pretensiones por un grupo de músicos veteranos jugando a divertirse.
Descansar, desconectar, recargar las pilas? El verano también sirve para recuperar el tiempo perdido, para retomar ese libro que no te dio tiempo a leer o escuchar ese disco que compraste y si pudiste oír, no lo hiciste con la atención que merecía. Sí, me refiero a Mudcrutch 2, la segunda aventura discográfica del grupo juvenil de Tom Petty, formado a principios de los años 70 en su Gainesville natal (tocando el bajo, no la guitarra) y que resultó fallido (como otras bandas en las que participó como The Sundowners o The Epics) porque solo grabó un single (Depot Street, en 1974) antes de su disolución y la formación de su todavía banda actual, The Hearbreakers, en 1976, con la que logró la gloria.
“Éramos unos críos”, ha explicado el rockero a la revista Rolling Stone. “Toparnos con el negocio de la música fue una bofetada porque veníamos de tocar en directo y no entendíamos nada de grabar en un estudio. Pero, afortunadamente, hemos sido capaces de volver a juntarnos y de demostrar de lo que somos capaces”, apostilla Petty sobre Mudcrutch, proyecto que recuperó hace ocho años junto al resto de componentes originales: los todavía Hearbreakers Mike Campbell, a la guitarra, y el teclista Benmont Tench, además del batería Randall Marsh y el guitarrista Tom Leadon, hermano pequeño de Bernie, uno de los fundadores de The Eagles.
Se dice que segundas partes nunca fueron buenas pero el gran Coppola demostró que El Padrino 2 era igual de magnífica que su hermana mayor y, si me apuras, hasta la tercera. Mudcrutch, fiel a las esencias de la Americana que destilaban Gram Parsons, The Byrds, Dylan, Lynyrd Skynyrd y Grateful Dead, con influencias añadidas de los Stones y The Beatles, ha vuelto a grabar un clásico instantáneo de country rock de aliento sureño.
“La vez anterior estábamos bajo presión porque había una gran gira con The Hearbreakers cerca y nos faltó tiempo. Hicimos todo corriendo”, explica Petty, que ha podido grabar esta continuidad con más tiempo, libre y sin presión. Frente a los diez días invertidos en su debut, el quinteto californiano logró rascar un mes, lo que derivó en la posibilidad de grabar canciones suficientes para dos discos y en una participación en la composición e interpretación (incluso vocal) del resto del grupo.
Mudcrutch buscó “el sonido de guitarra perfecto, los arreglos y los efectos adecuados” hasta conseguir que “las canciones crecieran en el estudio”, donde se trabajó “de forma orgánica”. El resultado es excelso. Refractarios a innovaciones y experimentos, suenan más clásicos que un western de John Ford, ejecutado con naturalidad, sin pretensiones y el espíritu adolescente de antaño, cuando sus rostros, en lugar de peinar las canas actuales, portaban espinillas? aunque con la experiencia de 40 años de carretera y grabaciones.
ladillo El CD se abre con Trailer, un tema folk rock con armónica de melodía gloriosa y con un solo de guitarra cálido y emocionante. Y no baja el nivel hasta la despedida con Hungry no more. Entre ambas destacan Dreams of flying, otra melodía gloriosa que remite a los deseos de volar (y de libertad) de Learning to fly y a las guitarras de The Byrds; esa caricia titulada Save your water, la sentida I forget it all y la melancólica Beautiful blue, casi siete minutos de aproximación al blues.
Mudcrutch también saben rockear y hacer restallar sus guitarras en la power pop Beautiful world (cantada por Marsh), en la eléctrica Victim of circumstance, con Campbell a la voz, un Hope de teclado garajero y un Welcome to hell que remite a pioneros del rock´n´roll como Jerry Lee Lewis. Su vena más campera la vuelcan en esa delicia naturalista y country titulada I forgive it all y en el bluegrass The other side of the mountain. Y han salido a la carretera para defender estas canciones ante aforos inferiores a 2.000 personas. “No somos ese tipo de grupo, se trata de música solamente. De tocar y de sentir más que de interpretar un montón de éxitos”, justifica Petty, que no descarta un tercer capítulo de esta banda paralela. ¡A él le seguimos esperando en 2017!