Un año ha pasado ya desde que un buen número de los agentes culturales de Araba y Vitoria-Gasteiz conformaran un colectivo -bautizado como Mesa (Mahaia)- que tuviera fuerza suficiente como para revertir la mala situación que atraviesa la cultura de nuestro territorio. Durante este tiempo, los 325 miembros que conforman esta mesa de la cultura han mantenido varios encuentros con las diversas instituciones públicas de nuestro territorio para plantearles ideas, propuestas. Con escaso éxito hasta el momento, todo hay que decirlo. Parece ser que la cultura no es una prioridad dentro del equipaje programático de nuestros gobernantes: cuando hacen su maleta para afrontar ese viaje que es gobernar, la cultura no entra en ella. No tenemos más que revisar los programas de los diversos partidos que concurren ahora a las elecciones para poder confirmar que el objetivo de culturizar a la sociedad no aparece en su agenda. Nos quieren ignorantes y, a la postre, manipulables. Buscan imponer su hegemonía cultural. No creen que la persona culta y formada depositará, porque son la mejor opción, su voto en ellos, no. Dudan de ello. Porque la cultura, y eso es incuestionable, nos sirve para elegir nuestra mejor gobernanza. Por eso no apuestan por ella. Porque no les sirve. Pues de ser de otra manera, darían muestras tangibles de que realmente la cultura les importa. De ser de otra manera, revertirían el daño que le han causado -fundamentalmente el PP- estos últimos años. Recordemos que en Álava el tijeretazo practicado a los presupuestos culturales por los populares ahí sigue. Un cincuenta por ciento han mermado desde 2008.
Ayer Mahaia presentaba públicamente sus objetivos ante la ciudadanía en aras de insuflar vida cultural en nuestro territorio. La cita se desarrolló en el centro cultural Montehermoso, el otrora buque insignia de la cultura gestionada por nuestro Consistorio y que actualmente ha mutado en barca. Le falta contar con un presupuesto mínimo para poder realizar en condiciones sus labores de producción, promoción y difusión cultural, resumiendo.
Pero al grano: la Mesa presentó once propuestas que quieren servir de punto de partida para la puesta en marcha de medidas más concretas que permitan iniciar un proceso de revitalización del tejido cultural alavés, reivindicando el papel cardinal de la cultura en el desarrollo de las sociedades democráticas y en la mejora del bienestar de las personas. Igualmente, Mahaia incidió en la necesidad de desarrollar políticas públicas para el sector. No es casual que la Mesa presentara ayer públicamente sus objetivos, en plena recta final de los actos electorales para las elecciones generales de este domingo, pues es ésta una campaña en la que, una vez más, la cultura ha sido la gran ausente del debate público. Esperemos que nuestros responsables políticos tomen nota de todo ello. Que demuestren que la cultura les importa. Con actuaciones concretas. Y sin operaciones de distracción.