Vitoria - La Rockschool es una organización establecida en el Reino Unido desde 1991 que ofrece titulaciones conforme al Plan Bolonia en música moderna, una entidad que a lo largo de estos años ha exportado su método de enseñanza a centros autorizados de diferentes puntos de Europa a los que acude cada verano para examinar a los alumnos y, si es el caso, certificar de manera oficial su formación y avance. Hasta el momento, en el Estado existen cinco ciudades que acogen otras tantas escuelas que cuentan con este respaldo, un listado en el que a partir de la próxima semana también estará Gasteiz.
De hecho, el viernes 20 a las 19.30 horas Avant Music Center (AMC) abrirá las puertas de su sede de la calle Pintorería 76 para mostrar a los interesados no ya los 180 metros cuadrados que conforman su espacio físico sino, sobre todo, qué puede ofrecer pedagógica y culturalmente a quienes se acerquen a esta iniciativa. Será en una jornada que después continuará en el Gora Project al ritmo de diferentes actuaciones. Eso sí, “todavía no hemos hecho nada, ni siquiera poner un anuncio y sólo con el boca a oído estamos recibiendo e-mails y llamadas todos los días”, apuntan Raül Vera e Iñigo Etxeita, los dos socios fundadores de un proyecto sustentado en algo que ambos conocen a la perfección, la música.
“Queremos formar músicos completos”, apunta Vera, para lo que AMC va a contar, en este arranque, con la experiencia y los conocimientos, en el papel de profesores, de Víctor García de la Torre, Daniel Ortega, Iñaki Fernández de la Peña, Claudia Morales, Txato Martín y David Juárez, responsables, junto a los dos impulsores de esta apuesta, de formar, por ejemplo, en lenguaje musical, voz, bajo, piano, armonía... con respecto a cualquier género “que no sea música clásica”.
A lo largo de este verano, el espacio ya quiere proponer unas primeras colonias estivales pensando en los más jóvenes pero también cursos específicos. Serán los primeros anticipos para lo que llegará a partir de septiembre, un curso completo inaugural en el que las personas interesadas también podrán encontrar clases más allá del camino de Rockschool. “No nos vamos a cerrar a nada, todo lo contrario”, apunta Etxeita, quien comenta que “queremos ser la referencia en Vitoria como escuela de música moderna y crear generaciones de intérpretes bien preparados”.
Cubrir una necesidad Ambos coinciden al señalar que su propuesta nació al detectar en la ciudad una demanda superior a la oferta educativa en lo que se refiere a la música moderna, así como la falta de un espacio que pudiese ofrecer titulación reconocida. Desde esa base se ha creado un proyecto que quiere atrapar a personas “de 0 a 99 años”, dice con una sonrisa Vera. Así por ejemplo, a los pequeños de 0 a 4 años se les propone un curso de Estimulación Musical Temprana. A los niños y niñas de 4 a 7 años, una formación que les permita ir visualizando qué instrumento puede ser su vehículo para, a partir de los 7, iniciar el método Rockschool.
Como es evidente, no sólo los más jóvenes son bienvenidos. Al contrario. “Haremos diferentes pruebas para ver con qué nivel acuden los que sean más mayores y a partir de ahí iremos trabajando” para conseguir algo tan fácil de decir como complicado de conseguir: “queremos que de aquí salgan músicos profesionales que sepan hablar con otros músicos en el mismo idioma”. Todo ello sin olvidar que “el de Rockschool es el camino principal pero no el único que podemos recorrer con quienes acudan a nosotros”.
Con todo, más allá de acudir el próximo viernes a su sede y disfrutar de la jornada de puertas abiertas, la información tanto de su oferta pedagógica como concerniente a las personas que componen el proyecto se puede consultar a través de www.avantmusiccenter.com.
De puertas hacia adentro, la puesta en marcha de AMC también supone cumplir con un objetivo, por así decirlo, algo más egoísta. “Muchos de nosotros hemos trabajado en otras escuelas de música y yo, por ejemplo, nunca he estado del todo a gusto porque no me he encontrado cómodo con la metodología”, describe Vera, quien apunta que con esta iniciativa se busca también “generar un lugar donde los profesores y los alumnos estemos como en nuestra casa, un espacio especial”. Un centro que, asimismo, sepa salir fuera a otros puntos de la ciudad, como explica Etxeita. “Ésta es una escuela para educar pero también queremos que nuestra gente actúe más allá de estas paredes puesto que encontrarse con el público va a ser para ellos y ellas una motivación extra; así que queremos promover actuaciones en salas y locales de la ciudad”.