Vitoria - El trabajo en la promoción de la literatura y el cómic en particular y la cultura en general, así como el empuje en el aprendizaje de idiomas como vehículos de comunicación y conocimiento intelectual son, con la apuesta por la divulgación de una serie de valores sociales, ejes fundamentales de la acción que, en diferentes frentes, viene desarrollando desde hace ya años la editorial alavesa Sauré. Sobre esos cimientos se asienta también su último proyecto, Postalector, una iniciativa novedosa en forma y fondo en la que la firma lleva trabajando un par de años aunque es ahora cuando se quiere dar a conocer.

Dos son, por tanto, los principios básicos del proyecto. Por un lado, recuperar y reivindicar una serie de personajes esenciales sin los que sería imposible entender no ya la literatura sino incluso el carácter y las referencias culturales de determinadas sociedades, en concreto, de aquellas que se expresan tanto en castellano como en francés y en inglés. Por otro, y enlazando justo con esta última parte, la editorial quiere ayudar a los lectores que se están educando en uno de estos idiomas a ir más allá del mero, aunque esencial, conocimiento gramatical.

¿Cómo hacer esto posible o, cuando menos, intentarlo? En eso, la firma con sede en Legutiano ha querido servirse de lo mejor da la edición tanto en papel como digital. Así, es a través de www.postalector.com como hay que solicitar el envío de un “sobre-lector” en el que se recogen tres materiales diferentes. Por un lado, dependiendo de la temática y el idioma seleccionado, habrá un desplegable en el que, por una cara, se hará referencia a determinados personajes de un título esencial de la literatura universal, una descripción de sus historias y características, así como del autor, el contexto histórico... mientras que por la otra cara se propondrán varios juegos y ejercicios en torno al castellano, inglés o francés, dependiendo lo que cada uno haya seleccionado. Además, esto se acompañará con postales en las que aparecen los citados personajes ilustrados. Y, por último, todo ello se acompañará con una tarjeta del cómic que, en versión digital, cada comprador recibirá en su correo electrónico.

El coste total de cada uno de los sobres será de 16 euros, aunque durante este año, la editorial alavesa destinará el 5% de lo recaudado a la Fundación Alonso Quijano, organización que trabaja en el campo del fomento de la lectura. De hecho, uno de los objetivos esenciales de este proyecto, como explica el responsable de la firma de Legutiano y también escritor Jean-François Sauré, “lo que buscamos es incentivar” el acercamiento a la cultura, llamar la atención sobre clásicos en ocasiones olvidados, máxime si pertenecen a otros países e idiomas, y establecer una relación diferente con el conocimiento, sobre todo con la mirada puesta en los jóvenes. Se trata, al fin y al cabo, de entablar una relación distinta con la palabra escrita y con el cómic.

Todo ello a través de un mecanismo como el del envío de cartas que, en estos tiempos, parece en franca decadencia. Sin embargo, Postalector se quiere servir de sus ventajas, del contacto con el papel y del juego que puede suponer con terceros puesto que el sistema también permite esa vía. Pero eso no supone, ni mucho menos, dejar de lado el trabajo con las nuevas tecnologías. Sin embargo, como explica Sauré, “nos dijeron que la edición digital iba a arrasar y hoy sólo representa el 6% del mercado, aunque seguro que crecerá de manera paulatina”, así que “nos aprovechamos de lo mejor que tiene, igual que hacemos con la edición en papel”.

Cada sobre de hace bajo demanda, es decir, que pueden pasar unas semanas entre que se solicita y se recibe. Para hacer realidad el proyecto, la editorial ha involucrado a más de 40 ilustradores y redactores, la mayor parte de ellos residentes en tierras alavesas. “Está siendo un proyecto costoso a la hora de ponerlo en marcha pero estamos muy contentos”, apunta Sauré.