La producción televisiva sólo es posible si hay detrás un poderoso equipo de guionistas, productores y colaboradores que le dan empaque y presencia a la figura mediática que hace de conductor/a y sobre cuyos hombros cae el peso de conectar, arrastrar y guiar a la audiencia que justifica el mantenimiento en antena y sin cuyos excelentes números no es posible acudir a la cita con los televidentes y si no, que se lo pregunten a Miki Nadal, veterano profesional de la tele que ha sentido en sus carnes el bajonazo de la escasa audiencia y bajo porcentaje de público por debajo de la media de cadena y eso es mortal para la pervivencia del programa, que deberá ser modificado para convencer a público y gestores.
Los magacines deben mantenerse en continuo cambio para entretener al personal y esto lo ha entendido a la perfección Pablo Motos, que sabe apartarse del foco mediático y dejar que un excelente elenco de profesionales ocupen minutos del programa, dándole ritmo y variedad. Y de esta manera, Anna Simón, Luis Piedrahita, el Monaguillo, Manolo Sarría, Jandro, el Hombre de Negro, Vaquerizo y otros, van desfilando de la mano de Pablo, que administra los tiempos con sentido de espectáculo.
Uno de los más espectaculares colaboradores que dan brillo y contenido al nocturno magacine es Marrón, personaje de la farándula que ha hecho de los experimentos con física y química núcleo duro de sus actuaciones, casi siempre espectaculares y llenas de vistosidad, luz y emoción. Gran despliegue de medios y calculada aparatosidad se suceden en los retos científicos que se propone experimentar este aprendiz de brujo imprescindible en la construcción diaria de programa de éxito en Atresmedia y que chupa audiencia nocturna con cifras millonarias de seguidores de un hormiguero pleno de profesionales.