La escritora vitoriana Eva García Sáenz de Urturi revive la superchería en su novela policíaca "El silencio de la ciudad blanca", que recorre lugares emblemáticos de la capital alavesa, donde cunde el pánico por un misterioso asesino en serie cuyas víctimas mueren por la picadura de una abeja.

Vitoria. Tras su éxito en 2012 con "La saga de los longevos", Eva García apuesta en esta ocasión por un thriller policíaco esotérico y sigue la senda del nuevo género negro que ha cosechado miles de lectores con obras como la "Trilogía del Baztán", de Dolores Redondo, de la que ahora se rueda su versión cinematográfica.

La editorial Planeta y la autora presentan hoy esta obra en Vitoria, donde ambienta "un juego centrado en la investigación", para el que se ha preparado durante tres años para documentarse, además de recibir cursos sobre Criminología.

Y es que la trama de esta cuarta novela de la escritora vitoriana gira en torno a un asesino en serie que hizo cundir el pánico en la ciudad hace 20 años, cuando se sucedieron una serie de crímenes.

Sin embargo, dos décadas después y con el principal sospechoso de aquellos crímenes en la cárcel, aparecen nuevas parejas de cadáveres por toda la ciudad, muertas a consecuencia de la picadura de una abeja introducida en sus bocas cuando aún estaban vivas y que fueron colocadas en la misma posición que las víctimas de antaño.

Eva García narra las pesquisas del inspector de policía Unai López de Ayala en la Vitoria actual, pero también da un salto al pasado para contar el romance adúltero de una pareja, a espaldas del marido maltratador de ella.

Fruto de esta unión nacen trillizos, uno de ellos pelirrojo igual que su padre biológico, quien decide darlo en adopción para que no se descubra el escándalo y evitar que el marido mate a su esposa por su infidelidad.

Años después, cuando el inspector Ayala investiga la segunda oleada de crímenes acaecida en Vitoria tendrá que averiguar qué fue de aquel niño pelirrojo.

Con esta novela, la escritora rinde homenaje a clásicos del género como "El silencio de los corderos", con la que comparte la idea del asesino muy inteligente que ayuda a un inspector de policía desde la cárcel, además de denunciar la violencia machista y la adopción ilegal de niños en la España de los años 70.

Pero también la obra hace un recorrido por conocidos monumentos de Vitoria como la Plaza de la Burullería, la Catedral Vieja, la muralla medieval, el paseo de la Senda, la Casa del Cordón y la estatua del Caminante, además de citar festejos como el Día del Blusa, el de San Prudencio y la bajada de Celedón.

Antes de ver la luz, la autora está sorprendida por la aceptación que está teniendo la novela en la propia editorial. "La gente lee esta novela de 440 páginas en dos o tres días", comenta a Efe satisfecha y a la vez un poco "horrorizada" de que el trabajo de cuatro años sea devorado en tan poco tiempo.

Personajes de la superchería local como el Sacamantecas y episodios del folklore y la mitología vascas salpican este libro, que une el universo esotérico y mitológico al mundo del crimen.

Hoy, los medios de comunicación recorrerán la ruta del Casco Medieval donde transcurren los hechos y que convierten a esta obra en una nueva forma de promocionar Vitoria, como ya ocurrió con la segunda parte de "Los pilares de la tierra", de Ken Follet, inspirada en la Catedral Vieja de la ciudad.