BILBAO - La editorial Gallo de Oro se creó en 2012, y su impulsor es Beñat Arginzoniz, un hombre del renacimiento que reúne tres perfiles en uno: es editor, escritor y librero. Él asegura haber aprendido mucho durante estos tres años, y su apuesta por el libro sigue vigente. “El motivo que me impulsó a crear una editorial es el amor al libro, tanto al continente como al contenido, pero el acicate fue el ver que no existía en Euskadi una editorial fuerte y diversa, abierta por ejemplo a la poesía extranjera y a nuestros grandes poetas. Si exceptuamos a Txalaparta y Pamiela, hemos venido a ocupar un lugar que estaba vacío”. El objetivo del editor no es otro que publicar libros de calidad, y desde 2012 ha tocado todos los palos. “Comenzamos editando poesía, pero fue un suicidio. Pronto editamos ensayo, biografía, novela”, relata, mientras deja escapar un apunte crítico. “Me resulta duro decirlo, pero en Euskadi hay poca capacidad literaria, la calidad de nuestros escritores da un nivel bajo. Hay obras de reconocidos autores euskaldunes que de haber sido escrita en castellano no llegaría a los niveles de un bachiller”.

Tres años dan para mucho y el editor ha sumado experiencia y algunas decepciones. “El mundo de la edición es complejo y está lleno de variables. Cada libro trae sus consecuencias y sus amarguras. Es un mundo apasionante, pero requiere un gran aprendizaje de la decepción, sobre todo con la gente que trata de utilizarte”. Pero Arginzoniz es porfiado. “El secreto para sostener una editorial pequeña reside en la terquedad y el aprendizaje, en mirar bien los números, incluso en rechazar proyectos que nos gustan...”. Cree que Gallo de Oro ha ocupado un lugar “importante”, que “estaba vacante”, el espacio de una editorial que edita para los lectores vascos, pero que curiosamente vende más en Madrid y Barcelona. Gallo de Oro nació en plena crisis y no le asustan los achaques económicos, tal y como manifiesta su impulsor. “Nuestro estado natural es el de permanente crisis. Hemos visto el riesgo que supone editar y la posibilidad de quebrar en cualquier momento, pero no hemos recibido subvención alguna y eso nos hace fuertes e independientes. Resistiremos porque lo nuestro no es una huida hacia delante; podemos parar y esperar, por eso resistiremos. Se dice que el que resiste vence, y yo no suelo vencer muchas veces, pero sí que soy un especialista en resistir”.

minis El perfil de Gessamí Forner es diferente al de Arginzoniz, pero la aventura es la misma o parecida. Esta valenciana afincada en Euskadi decidió saltar al ruedo editorial en 2013 con su sección de Minis, libros para niños, de formato pequeño, bonitos y baratos. “Vi que ese espacio no estaba cubierto y decidí apostar por ellos”, aclara la periodista y editora.

Estos dos años ha aprendido a creer en lo que hace “y a darle patadas en el culo al miedo, porque los Minis son libros anticrisis”. Trabaja al margen del mundo editorial. “Me lo guiso y me lo como yo sola, vía on line. En cuanto tenga más catálogo espero entrar en el mercado editorial porque los Minis en euskera se venden, aunque la mayoría de las ventas son fuera de Euskadi. Vendo mucho en castellano y en catalán”. - I. M. E.