pamplona - Nunca fue una artista fácil, ni su trabajo lo era, ni su manera de estar en el mundo. La suya ha sido una obra rotunda, silenciosa, poética, compleja, innovadora y rupturista, asumiendo el riesgo de quien avanza a contracorriente; una obra con la que esta mujer hizo del arte y la experimentación el auténtico motor de su vida, vida que ayer se apagó, a los 75 años, en la pequeña localidad de Azpirotz, el pueblo navarro en el que esta artista madrileña (1940), pionera del arte por ordenador, del arte femenino y de la vanguardia mas conceptual del Estado decidió asentar su hogar hace ya muchos años, casi 20, atraída por el entorno, el recogimiento y el silencio. “El arte o va hacia lo trascendental, o no es arte. Por eso mi obra no tiene nada que ver con las modas, y por eso vivo aquí, porque no me interesa esa parte”. Decía con rotundidad. Será en este pueblo del valle de Larraun donde hoy, tras un acto íntimo de despedida en el jardín de su casa, Luzeketakoborda, será enterrada en el cementerio de la localidad por expreso deseo de la artista. Acudirán entre otros, el director del Reina Sofía, Manuel Borja Villel y la galerísta Juana de Aizpuru, con cuya sala trabajaba Asins.
Trabajadora incansable, a pesar de su delicado estado de salud, en los últimos días seguía inmersa en nuevos proyectos. El último iba a ver la luz la próxima primavera en el Museo de la Universidad de Navarra, según informó ayer este centro en un comunicado en el que lamentaba la muerte de la artista. El proyecto presentaba la serie Menires juntos a otros dos trabajos y una reproducción en acero y a gran escala de la maqueta La ciudad democrática, ya que la arquitectura y el urbanismo eran temas muy presentes en su obra reciente. La exposición se completaba con una videoinstalación de una decena de piezas audiovisuales sobre Antígona. Tras la muerte de la artista, el proyecto está en el aire, según indicaban ayer desde el centro de arte.
la artista Elena Asins ha sido una de las grandes firmas del arte contemporáneo con una obra, sin embargo, muy alejada de los mercados y del ruido mediático del arte que nunca le interesó. En eso se pareció a su amigo y maestro Jorge Oteiza. Por ello sus reconocimientos han sido tardíos, aunque muy significativos y su obra no ha alcanzado hasta las últimas décadas el lugar que se merecía dentro del mundo del arte. Hoy, cuando el ordenador es parte de la vida y de la creación de vanguardia, todavía cuesta entender el lenguaje digital con el que ella tímidamente comenzaba abrirse paso en los años 60. Precursora del arte conceptual a través de la informática, Elena Asins explicaba en una entrevista en 2011, con motivo de la retrospectiva que le dedicó el Reina Sofía, que no podía precisar cuál fue su primer contacto con el arte. “Creo que nací con un lápiz en la mano. Desde que me conozco estoy dibujando. Y ya no he soltado el lápiz en toda mi vida. Bueno, sí, desde que trabajo con la informática”. Para ello hay que remontarse a los años 60 en sus inicios con la computación en arte. “En el año 67 se hizo el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense. Los americanos regalaron a España un ordenador que ya no les servía para investigaciones científicas, y lo usamos los artistas. Aprendí, y empecé a experimentar con ello”, explicaba entonces. A partir de ahí, el dibujo la pintura, la escultura, el vídeo y la poesía experimental han sido los lenguajes de su trabajo. Para ella el arte siempre ha sido investigación, proceso más que materia. “Cuando una cosa está ya hecha es un objeto, y ahí se queda. Es un muerto. Lo que me interesa es el proceso. Investigar, curiosear, ver las posibilidades que una cosa puede tener. Lo más importante es pensar. Yo lo que le pido a la gente que tiene una obra mía es que le ayude a pensar, no que le haga decir: qué bonito me queda con este sofá”. En más de una ocasión ha explicado, para tratar de descifrar sus enigmáticas creaciones, que todas sus obras surgen del número. De algoritmos que plantea en una búsqueda de desarrollos espacio-temporales. Piezas siempre en blanco y negro. “Porque lo que me interesa es la esencia de las cosas y la esencia está en la estructura, no en el color. El color en realidad no existe, es algo imaginario, que viene dado por la luz”, comentaba en la citada entrevista.”
Curriculum Artista, escritora, conferenciante y crítica de arte, Elena Asins nació en Madrid en 1940 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de París, en la Universidad de Stuttgart (Semiótica con el profesor Max Bense) y en la Universidad Complutense de Madrid (Centro de Cálculo). También cursó estudios en The New School for Social Research (Nueva York) y en la Columbia University (Departament of Computer Science: Computer Art), donde fue invitada como Visiting Scholar para la investigación de la aplicación digital en las artes plásticas (computer art).
Ha realizado decenas de exposiciones individuales en distintos países, algunas, no demasiadas, en Pamplona y ha escrito y publicado varios textos como Ensayos únicos sobre estética y poesía experimental en publicaciones especializadas en arte y estética, en España, Francia, Alemania y Estados Unidos.
Su trabajo destaca principalmente por su rigor y coherencia, por su independencia a la moda o intereses de mercado del arte. Obra bidimensional y tridimensional que se encuentra en museos de todo el mundo y en colecciones privadas y públicas.
En 2006 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Gobierno y en 2011 el Premio Nacional de Artes Plásticas. Hace unos días participó junto a otras personas en el reconocimiento del Gobierno de Navarra por la donación de su obra la obra Canons 22.