donostia - La gran mayoría de sus libros se sitúan en los siglos XV, XVI y XIX, e incluso en el VI; su última novela, Enda, es quizá la que más atrás se remonta en el tiempo. Sin embargo, esta vez la escritora gasteiztarra Toti Martínez de Lezea se ha atrevido a dar un salto en el tiempo y ha ubicado en la actualidad su útlima novela: Y todos callaron. Publicada por Erein en euskera (Isilpean gordea) y castellano, se trata de es una historia humana. “Cuenta distintos momentos que tuvieron lugar durante la Guerra Civil y la posguerra, pero de lo que realmente he querido hablar es del miedo, que se alarga durante 70 años, y de sus consecuencias”, señaló la escritora en la presentación del libro.

En esta ocasión cuenta la historia de una señora, Amelia Zabaleta, que muere. Su hija, una mujer de unos 70 años, acude al notario para recibir la herencia y le informan de que tiene un hermano que también va a recibir parte de lo que su madre dejó. Ella se sorprende, no puede entender cómo le han ocultado tal cosa, pero conforme avanza la novela se irán descubriendo diversos misterios. “El miedo de Amelia es feroz y lo más importante de todo es entender el porqué”, afirmó Martínez de Lezea, quien agregó que el libro, que no aparece dividido en capítulos, está escrito “desde el bando de todos los que perdieron algo”.

La escritora alavesa aseguró que escribe novela histórica, “desde el punto de vista de lo que ocurre en la sociedad”, pues subrayó que no le interesaría escribir sobre Fernando el Católico, por ejemplo, ya que “eso ya lo hacen los historiadores”. “La memoria histórica también sirve para contar historias, aunque hayan pasado hace pocos años”, continuó.

“Me ha costado mucho” Martínez de Lezea confesó que le ha costado “muchísimo” escribir este libro, sobre todo por el tema. “No me gustaba, aunque he disfrutado escribiendo”, aclaró. Aseguró que ella conoce esa sociedad que aparece en la novela y habitualmente le disgusta. “No es muy gruesa, pero me ha costado escribir el mismo tiempo que mi anterior trabajo, Enda, que era el doble de largo”, comparó: “Me gusta más hablar de dragones”. Además, en este caso se ha tenido que documentar mucho. “Aun así, había oído hablar esas historias en casa, había hablado sobre el tema con mi madre”, dijo.

Por eso, no dudó en dedicarle este libro a su madre. “Es un homenaje a ella, que todavía vive, y a toda la gente de su generación que vive y que sabe lo que es ese miedo”, declaró la autora de libros como A la sombra del templo, El jardín de la oca e Itahisa, entre otros.

Por otro lado, afirmó que no escribió antes sobre el tema porque hay muchos historiadores y novelistas que se han centrado en esos años, y sostuvo que pasará un tiempo hasta que vuelva a escribir sobre esta misma época. “Con todo, he de reconocer que me han surgido muchas ideas después de investigar sobre la época”, admitió. “Lo cierto es que cada uno de nosotros tiene historias, el mundo está lleno de historias, así que me he encontrado fácilmente con detalles que me sugieren contar algo”, declaró.