DONOSTIA. El origen de "Lapur banden etika ala politika" (Pamiela) está en una de las conferencias que Sarrionandia impartió, aunque no de forma presencial, en un curso sobre transmisión de la cultura vasca, en el que participaron el exlehendakari Juan José Ibarretxe y el dirigente del PSE Jesús Eguiguren, organizado por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Mondragon.

Sarrionandia, considerado uno de los escritores en euskera más prolíficos, se encuentra en paradero desconocido desde 1985, cuando tras ser condenado a 20 años por pertenencia a ETA, logró fugarse de la cárcel donostiarra de Martutene en el interior de dos altavoces, tras un recital del cantante Imanol.

Durante el seminario Sarrionandia ofreció una charla referida a sus impresiones sobre literatura y otra centrada en su pensamiento político, lo que constituye el germen del libro que ha sido presentado hoy por la profesora de la Universidad de Mondragon, Nekae Goikoetxea, el coordinador del ese seminario Julen Arexolaleiba y el alumno Iban Arrantzabal.

Ilustrado con dibujos del diseñador cubano Ares, el libro cuenta con 24 pequeños textos englobados bajo el subtítulo "Impresiones y opiniones sobre la evolución de nuestra política", en los que Sarrionandia elabora "desde la subjetividad" una crítica de los poderes políticos, sociales y económicos y reivindica el "sujeto social".

En una segunda parte, se recogen 121 entradas entre comentarios que alumnos del curso de la Universidad de Mondragón y de otros entornos y las respuestas que el propio Sarrionandia dirige a estas aportaciones.

Arexolaleiba ha incidido en la necesidad de leer las 173 paginas de las que consta el volumen, en el orden que cada lector prefiera, para entender el sentido de la publicación, ya que de otra manera se puede llegar a conclusiones simplistas que no se corresponden con las intenciones de los textos, "cargados de crítica y autocrítica", ha señalado.

No falta en este personal tratado político elaborado desde la subjetividad una buena dosis de humor e ironía y de "ejercicio de memoria" que, ha augurado, despertará "consensos y oposiciones".