donostia - “Yo vivía en una realidad paralela, no tenía ni idea de toda la gente que se está movilizando para que todos podamos vivir mejor en este país”, admitió ayer el Gran Wyoming, coproductor de No estamos solos junto con Pere Portabella, en la presentación de la película en la Sección Oficial del Zinemaldia como proyección especial. El conocidísimo presentador criticó que, cinco años más tarde, se sigue hablando de la victoria de la selección española de fútbol en el mundial, pero es muy difícil de enterarse del gran movimiento que se está dando en la ciudad de al lado. Por eso, el director Pere Joan Ventura, ha querido retratar todo ese mundo subterráneo que ha hecho que el Estado viva una “situación especial”. “Es sorprendente que todo esto no aparezca en los medios, así que hemos construido un collage con algunos de los movimientos que están sucediendo”, agregó el Gran Wyoming, quien describió la película como “un homenaje a personas invisibles que hacen de este mundo un mundo mejor”. Además, según agregó el conductor de El intermedio, “hay muchísimos movimientos ciudadanos, el uno al lado del otro, pero falta coordinación”.

Mareas blancas por la sanidad pública, mareas verdes por la educación pública, grandes concentraciones en contra de la nueva ley del aborto, plataformas contra los desahucios, días a favor de la cultura? Desde las iniciativas más multitudinarias y conocidas como otras que han pasado más desapercibidas, No estamos solos enfoca la cámara hacia todas esas personas que “son gente normal, no radicales”, y que quieren luchar para ayudar a los demás a vivir mejor.

Por su parte, el Gran Wyoming declaró que “creíamos que habíamos llegado al primer mundo de manera irreversible”, pero que la situación de los jóvenes de hoy en día es peor que la de sus padres. “Estamos en un momento en el que la sociedad civil seguirá exigiendo; al fin y al cabo, el mundo será lo que la gente quiera que sea”, continuó el autor del libro homónimo y de la canción principal del documental, mencionando también a quienes quieren que todo siga como hasta ahora. También recordó las palabras de Pere Portabella: “Me dijo que por primera vez podían cambiar las cosas, que hemos emprendido el camino hacia alguna parte”.

más de 200 horas de grabación El documental No estamos solos se rodó durante un año entero con un equipo muy reducido y después seleccionaron 200 horas de grabación antes de empezar con el montaje. “Casi no teníamos ni escaleta”, confesó Ventura. Aun así, muchísima gente ha participado en el documental, ya sea porque pertenecen a algún movimiento o porque son estudiosos del tema.

“Había muchísimas posibilidades a la hora de abarcar este documental y decidimos tirar por lo más vistoso”, añadió el Gran Wyoming. A la hora de ver con qué colectivos hablar, también tuvo mucho que ver la disponibilidad de los grupos o si podían meterse en problemas legales. Así, se decidieron por incluir iniciativas como el Tren de la Libertad, idea que nació por parte de unas mujeres de Gijón que estaban en contra de la ley del aborto y que reunieron a miles de personas en Madrid. También se puede ver a la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, junto a sus compañeros de la plataforma para parar los desahucios. Tampoco faltan las distintas marchas amenizadas al ritmo de la batucada o algunos conciertos multitudinarios.

Aun así, hay cosas que al final quedaron fuera del documental. Por ejemplo, siguieron muy de cerca la huelga de Coca-Cola, en la que los trabajadores crearon una especie de pueblo dentro de Madrid. “Duró unos cuantos meses, pero no interesa hablar de eso porque da mucho dinero, es una de las marcas con más poder”, agregó. Al final, lo dejaron fuera, “pero da para un documental entero”. Ambos coincidieron en que “es imposible hacer una película que no esté incompleta sobre este tema, pues siempre habrá algo más que decir”.