MADRID. Tras el éxito de "La vida iba en serio", el polifacético Jorge Javier Vázquez regresa con "Último verano de juventud", un relato entre ficción y realidad, en el que vuelve a ser su propio material literario y donde se muestra sin tapujos, frágil e inseguro, dando una vuelta de tuerca a su imagen pública.

Y es que el presentador de "Sálvame", que asegura a Efe que se ha sentido "mucho más libre" ahora que con el primer libro, porque ha podido "liberarse más, airear y ventilar cosas" que le apetecía contar, considera que, al final, la gente no le conoce y tiene una imagen de él que no es.

"La gente no me conoce, tiene una imagen equivocada de mi, piensan que estoy por encima de todo, cree que soy un tirano, un presentador prepotente...y se saca todo de quicio, porque no es así", precisa.

Pero "Último verano de juventud", publicado por Planeta, no es un libro para agradar, sino un relato claro y desnudo, un desahogo del autor sobre la vida y la madurez, el éxito, el fracaso, el hartazgo o sobre cómo se superan las crisis y se renuncian a determinados hábitos o gestos para volver a tener otra piel, y donde no falta el humor y la ironía.

"Tengo cuarenta y cuatro años, aunque estoy convencido de que tengo cuarenta y siete porque he decido que a esa edad iniciaré una nueva vida...". Así comienza este libro que también es toda una declaración de amor a la pareja del protagonista, un agradecimiento al amor, como redención de todo, como reconoce el propio Jorge Javier.

Así, por el libro por donde pasa la vida del autor que se funde con la del protagonista, se habla del amor, los conflictos de pareja, la familia, los amigos o de los altibajos con el programa de televisión donde trabaja Vázquez desde hace seis años y medio y con más de cuatro horas diarias frente al público.

Un libro de alguien que, a pesar del éxito alcanzado en su vida o precisamente por ello mismo, se replantea su vida y echa la vista atrás para mirar todos los espacios; los oscuros también, no faltan sus descripciones sobre el coqueteo con el alcohol o las pastillas.

Momentos duros y de crisis con su profesión, tras las vacaciones, en los que en un momento dado no se encontraba bien y quiso huir, según confiesa.

"Fue un momento duro en el que no me encontraba bien ni profesional ni personalmente y que creía que lo mejor era huir de todo, irme lejos, con mi pareja y abandonar, pero menos mal que no lo hice, gracias a Félix y mi familia, a mi entorno que me apoyaron en un momento que me daba también pánico con algo que iba a comenzar y que me apasiona, que es el mundo del teatro", subraya.

Ahora el presentador de uno de los programas más visto en televisión, también creador y director de el Laboratorio de la Voz, y premio Ondas se ha subido al escenario con la adaptación teatral de su primera novela "La vida iba en serio", con la que comenzará una gira este otoño por toda España, tras su estreno en Málaga, el pasado mes.