Madrid - Carmelo Gómez se siente desencantado con el cine español y por ello no quiere hacer más proyectos ni en la pequeña ni en la gran pantalla, tal y como aseguró ayer con motivo de la presentación de la cinta Tiempo sin aire, dirigida por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez, un drama que aborda las consecuencias de los conflictos bélicos y que, después de haber sido presentado en el Festival de Málaga, se estrenará este viernes en los cines españoles.
“Lo dejo porque me dejan”, sentenció el intérprete durante una entrevista concedida a Europa Press, en la que aseguró que no quiere seguir en este sector, “haciendo pruebas y sufriendo una humillación horrible”.
“Siento que hay una cierta diletancia, creo que por la presión que estamos viviendo”, señaló el actor, quien condiciona esta decisión definitiva a un cambio general del país. “Tendrían que cambiar mucho las cosas. Si de repente podemos y creamos una nueva constitución y una nueva democracia, cambiará la cultura”, señaló. Ahora, en cambio, siente desilusión respecto a “un gobierno de derechas al que sigue otro de derechas” y cree que finalmente “la cultura será relegada porque es incómoda”. “Estamos en una situación en la que no tenemos capacidad de expresión”, ha añadido.
El actor interpreta a un psicólogo en el drama Tiempo sin aire, producida por Gerardo Herrero, con quien trabaja en los otros dos proyectos que estrenará este año: La playa de los ahogados y La punta del iceberg.
Tras estos estrenos, Carmelo Gómez pretende dedicarse por completo al teatro, donde afirma que le quieren “mucho”. “Y yo quiero a los que me quieren, no tienen más que llamarme y hago el trabajo”, dijo el intérprete, quien próximamente subirá a escena El alcalde de Zalamea. - E.P,