nueva york/londres - En el mundo de la música pasan tantas cosas como en el del cine: hay mucho dinero, separaciones, enfados y sorpresas.

Por ejemplo, acaba de saberse que el rockero Jon Bon Jovi ha vendido el ático que poseía en el SoHo de Nueva York por 37,5 millones de dólares. La propiedad, que llevaba dos años en busca de comprador, cambió de manos el lunes. Bon Jovi se hizo con el piso en 2007 por 24 millones y lo puso en venta por primera vez en 2013 por 42, que finalmente se ha visto obligado a rebajar. Es un dúplex de casi 700 metros cuadrados y seis habitaciones, con una sala de proyecciones, terraza privada y espectaculares vistas de Manhattan. El apartamento está en el edificio en el que el hijo mayor de Bernard Madoff se suicidó en 2010, dos años después de que su padre le confesara la estafa que había llevado a cabo.

El baño. Esta cantidad es calderilla para uno de los músicos más ricos y famosos de todos los tiempos. Paul McCartney ha afirmado en Q Magazine que “el baño es uno de los lugares” donde encuentra inspiración para componer. “Lo más importante a la hora de componer es empezar a escribir. Cualquier cosa, incluso si la primera frase no vale para nada. La clave es comenzar. Sin embargo, el truco para acabar una canción es estar a solas. A mí me gustan los baños, me separo de todos, y ahí lo hago”, dijo McCartney, de 72 años. El antiguo beatle, que ha colaborado con el rapero estadounidense Kanye West en All Day, prefiere no escribir canciones relacionadas con el sexo. “Es algo que prefiero hacer, no me gusta tanto cantar sobre eso”, respondió al ser cuestionado sobre la canción de 1972 Hi Hi Hi, que publicó con los Wings y que fue prohibida en la BBC. “Hi Hi Hi se pensó en una época en la que lo que hacía la gente era tener sexo y estar drogada. Supongo que cantar sobre el sexo no es uno de mis estilos”, agregó. “Cuando estoy enfadado no encuentro la forma de trasladarlo a una canción. Pues con el sexo ocurre lo mismo”, explicó.

Por otra parte, Zayn Malik, excomponente de One Direction, sacó ayer su primer tema en solitario poco después de dejar la banda con la que se hizo famoso en 2010. Para sorpresa de los admiradores del grupo y de sus ex compañeros, difundió en Twitter una maqueta de I won’t mind, en la que canta con música de guitarra acústica. El 25 de marzo anunció que dejaba One Direction para tener la oportunidad de “ser un chico de 22 años normal”, tras dejar la gira mundial por estrés.

Pero para sorpresa, la del martes en La Voz 3 de Telecinco. Un sacerdote granadino de 28 años subió al escenario convenciendo a Malú y Antonio Orozco.