El rotundo éxito de la novela de E.L. James y su alto contenido erótico han convertido la película de 50 sombras de Grey en el acontecimiento cinematográfico de la temporada. Pero el “fenómeno fan” es un arma de doble filo y los cambios introducidos con respecto al libro podrían volverse en contra de la cinta, que se estrenó ayer en todo el mundo. Estas son algunas alternativas subidas de tono a 50 sombras de Grey.

Versión “indie” de 50 sombras de Grey, combina una historia romántica con trasfondo sadomasoquista. Secretary tiene además gotas de humor (negro) y ganó el premio especial del jurado en el Festival de Sundance por su “originalidad”. Maggie Gyllenhaal demostró su capacidad transgresora en su papel de Lee Holloway, una joven recién salida de una institución mental, que intenta rehacer su vida y encuentra un trabajo de secretaria. Su jefe (James Spader), por cierto, también se apellidaba Grey.

El guionista de Indiana Jones dirigió esta adaptación de los diarios íntimos de Anaïs Nin. Ambientada en el París de los años 30, cuenta las relaciones amorosas entre el novelista Henry Miller (Fred Ward), su esposa June (Uma Thurman) y la propia Anaïs (Maria de Medeiros). La película dio origen a la creación de una nueva categoría de clasificación de contenidos por parte de la Motion Picture Asociation of America (MPAA), la NC-17 en lugar de la X para películas no adecuadas para menores, pero tampoco pornográficas.

Basada en la novela de Marguerite Duras, es otro ejemplo de ruptura de tabúes y de la difícil relación entre cine y literatura. Annaud pasó horas con la autora para llegar a un acuerdo sobre el guión, pero ésta acabó quedándose al margen. El amor lascivo y desaforado entre una adolescente francesa (Jane March) y un acaudalado hombre de negocios chino (Tony Leung) mayor que ella, en la Indochina colonial de los años 20, desafió las convenciones de la época.

El director británico no convenció a la crítica, pero 9 songs, la historia de un amor a través de nueve encuentros sexuales, deja tan poco trabajo a la imaginación que muchos la calificaron como “porno”. Película experimental, tiene alicientes para los amantes del rock: cada encuentro amoroso está ambientado con la música de Black Rebel Motorcycle Club, The Von Bondies, Elbow, Primal Scream, The Dandy Warhols, Super Furry Animals, Franz Ferdinand y... Michael Nyman.

Todo lo contrario que en ‘9 songs’, la película que lanzó al estrellato a Kim Bassinger y Mickey Rourke es altamente sensual sin ser explícita.

Con su estética de videoclip de los ochenta, recaudó más de cien millones de dólares, y hoy es recordada sobre todo por el “striptease” de Bassinger al ritmo de “You can leave your hat on” de Joe Cocker.

Otra producción de los 80 que creó un mito erótico, en este caso Kathleen Turner, mujer fatal de libro en esta ópera prima del guionista de El imperio contraataca, que es cine negro puro con alto voltaje sexual. William Hurt interpreta a un joven abogado de Florida cuya rutina salta por los aires el día en que Matty (Turner) se cruza en su camino.

El siempre inquietante Cronenberg dio un paso más en su evocación de lo extraño en este drama sobre un grupo de fetichistas de los accidentes de coches. Con “Crash” no caben medias tintas, o entusiasma o repele. Al jurado de Cannes le entusiasmó y le dio el premio especial. Eso sí, tuvo problemas con la censura y en taquilla no funcionó muy bien.

La película que consagró a Oshima como figura de culto narra el encuentro entre un hombre casado y una mujer a la que conoce en un burdel, una relación cada vez más exigente llevada al límite más radical y trágico posible. Para evitar la censura en Japón, el cineasta registró su película en Francia. En Gran Bretaña no pudo estrenarse hasta 2011 y en España fue clasificada ‘X’.

La censura y el escándalo marcaron también el estreno de la sexta película de Bertolucci. Sexo sin compromiso para una historia que marcó época, la del viudo Marlon Brando y la joven Maria Schneider. Clasificada ‘X’ en EEUU, en España no pudo verse hasta 1978. Director, productor y protagonistas fueron llevados a juicio en Italia y Bertolucci perdió el derecho a voto durante cinco años. Hoy se recuerda, entre otras cosas, por el descubrimiento de la mantequilla como lubricante.

No todo va a ser drama en los intentos de conciliar sexo y cine comercial. Shortbus es un cabaré clandestino de Nueva York frecuentado por artistas que buscan diversión y sexo en grupo. Entre sus personajes hay casi de todo, desde una pareja en crisis que decide condimentar su relación con un tercero, hasta una terapeuta sexual que nunca ha experimentado un orgasmo.